Tucson (AZ), 8 jul (EFE)- La expansión del polémico programa de vales escolares en Arizona podría crear un nuevo sistema de “segregación”, afectando particularmente a estudiantes de bajos recursos, entre ellos los latinos, advirtió hoy Adelita Grijalva, integrante de la junta directiva del Distrito Escolar Unificado de Tucson (TUSD). “Este programa separará a los pobres de los ricos y dejará menos recursos para las escuelas públicas que sirven los barrios más pobres”, dijo Grijalva a Efe. TUSD es el distrito escolar más grande del sur de Arizona y cuenta con 90 escuelas en las que 80 % de la población estudiantil es de origen minoritario, principalmente latino. El gobernador de Arizona, Doug Ducey, autorizó ayer una masiva expansión del programa de vales escolares, conocido por su sigla en inglés ESA. La nueva legislación permite que cualquier padre de familia con estudiantes K-12 (entre el nivel preescolar y el duodécimo grado) sea elegible para recibir hasta 6.500 dólares anualmente para enviar a sus hijos a la escuela de su preferencia. Este dinero puede ser usado para pagar la matrícula en escuelas privadas, escuelas católicas, aprendizaje en casa u otro método de enseñanza de su preferencia. Una vez que el padre acepta el programa, la única condición es que ya no puede inscribir a sus hijos en una escuela pública. “Las escuelas públicas reciben los fondos estatales dependiendo del número de estudiantes inscritos. Al momento de tener menos estudiantes, esto significa menos fondos”, dijo Grijalva. Indicó que las únicas personas beneficiadas son familias con recursos económicos que ahora podrán enviar a sus hijos a escuelas privadas pagando con fondos estatales. El principal problema es que los fondos otorgados por el estado en muchos casos son insuficientes para pagar en su totalidad la matrícula de una escuela privada, particularmente a nivel secundaria, donde la colegiatura puede ser superior a 10.000 dólares anuales. Esto pone en desventaja a familias de bajos recursos, que no pueden pagar la diferencia, sin contar que deben pagar por libros, uniformes y otros gastos. “Durante la pandemia quedó más a la vista la desventaja que tiene nuestros jóvenes latinos ante la falta de recursos tan básicos como internet. Nuestras escuelas ya están sufriendo por recortes de presupuesto. En vez de ayudarnos este programa nos dejará aun más sin valiosos recursos”, señaló Grijalva. Arizona se convirtió en el primer estado en la nación en aprobar este tipo de expansión, que incluye a todos los estudiantes del estado. Anteriormente sólo aquellos en escuelas con bajo aprovechamiento académico eran elegibles.