Nueva York, 8 jul (EFE).- La empresa de reparto de comida a domicilio DoorDash ha dado el salto a la arena política en Estados Unidos con la creación de un Comité de Acción Política (PAC, por sus siglas en inglés) para poder influir en las decisiones que se toman en Washington en un momento en el que se plantea que los repartidores a domicilio sean considerados empleados en lugar de trabajadores autónomos. Según un documento de la Comisión Electoral Federal publicado hoy, el comité se ha creado en California, donde la aplicación de reparto tiene su sede, con el nombre de “DashPAC”. Los Comité de Acción Política son la herramienta empleada por empresas, sindicatos o políticos para donar fondos a partidos, candidatos o campañas políticas afines a sus intereses. Con este paso, Doordash se convierte en la primera gran empresa de reparto a nivel nacional en Estados Unidos -donde se calcula que hay cientos de miles de trabajadores en el sector- en crear este tipo de organización. El pasado febrero, Doordash se alió con las compañías de alquiler de vehículos con chófer Uber y Lyft, así como con otras aplicaciones para crear un grupo de presión para intentar influir en los legisladores políticos que quieren recalificar a los trabajadores de estas empresas para considerarlos empleados en lugar de autónomos, informó la publicación The Hill. En marzo de 2021, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, alentó al Congreso a que aprobara una ley para proteger los derechos de los trabajadores, mejorar sus salarios, sus beneficios y condiciones de trabajo y favorecer la creación de sindicatos. Este tipo de compañías se oponen frontalmente a este tipo de mejoras laborales y, según el medio “Politico”, en febrero, DoorDash contrató a un “prominente” experto antimonopolio que se unió a su grupo de cabildeo externo. Según Politico, DoorDash contrató a su primer lobista en 2020 y comenzó sus presiones en temas relacionados con el antimonopolio a finales de 2021 cuando el Consejo Municipal de Nueva York acordó la obligación de ofrecer un salario mínimo a los repartidores que trabajan para aplicaciones de reparto. Tras el estallido de la pandemia, el movimiento obrero en Estados Unidos ha registrado un impulso renovado que está siendo combatido por un gran número de grandes corporaciones como Amazon o la cadena de cafeterías Starbucks, que no ocultan su rechazo sin ambages de los sindicatos.