Ciudad de México, 6 jun (EFE).- La agencia Standard & Poor’s (S&P) ratificó este miércoles la calificación crediticia soberana de México en “BBB”, pero mejoró la perspectiva a “estable” desde una anterior “negativa”. La calificadora justificó el cambio de perspectiva al esperar “que continúe la ejecución cautelosa de las políticas fiscales y monetarias” por el resto de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, que termina en 2024, y que el índice de deuda neta del Gobierno se mantenga estable. Además, tras las elecciones intermedias de 2021, en las que la coalición de López Obrador perdió la mayoría calificada de dos tercios del Congreso para reformar la Constitución, S&P confió en que no se aprueben iniciativas constitucionales “que presionen el entorno de negocios”. “Por consiguiente, revisamos la perspectiva de las calificaciones soberanas de México a estable de negativa, y confirmamos nuestras calificaciones en moneda extranjera de largo plazo de BBB y en moneda local de BBB+”, reiteró en su comunicado. La agencia pronosticó un crecimiento del producto interior bruto (PIB) de 1,7 % para este año y uno de 1,9 % para 2023, que llegarían tras el desplome histórico de 8,2 % de 2020 y el repunte insuficiente de 4,8 % de 2021. “El PIB per cápita de México debería superar los 10.000 dólares en 2022, pero la economía aún no ha alcanzado los niveles previos a la pandemia y tiene una brecha de producción de 4 % del PIB”, expuso. Al inicio de la pandemia de covid-19 y la crisis internacional de los precios del petróleo, en marzo y abril de 2020, las tres grandes calificadoras internacionales, S&P, Fitch y Moody’s, bajaron la calificación crediticia de México. Pero desde entonces las han mantenido en el mismo nivel: Moody’s en Baa1, Fitch en BBB- y S&P en BBB, hasta ahora. Fitch ratificó en mayo pasado la calificación crediticia de México en BBB- con perspectiva “estable”. Pese a mejorar su perspectiva, S&P advirtió de “presiones sobre la inflación y el crecimiento, en medio de shocks de precios internacionales y el creciente riesgo de recesión en Estados Unidos”. También enunció los “complejos desafíos fiscales” de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las empresas del Estado, aunque acompañados de “la menor incertidumbre sobre la política energética y los avances en la inversión del sector privado relacionada con el comercio”. Asimismo, consideró “débiles” la inversión privada y las expectativas de crecimiento. El presidente López Obrador presumió en sus redes sociales de que la noticia de S&P “brinda mayor certidumbre a los inversionistas de que no habrá una baja de la calificación en los siguientes meses —usualmente en los próximos 12— a menos de que suceda algún evento extraordinario”.