Redacción Deportes, 5 jul (EFE).- La presidenta de los Seattle Seahawks de la NFL, Jody Allen, negó este martes que su equipo esté en venta, aunque no descartó que en unos años pueda cambiar de opinión. “Como presidenta de los Seattle Seahawks y los Portland Trail Blazers, mi objetivo a largo plazo es crear equipos campeones de los que nuestras comunidades estén orgullosas. Ninguno está a la venta, aunque llegará un momento en que eso cambie”, explicó Allen. La empresaria también es propietaria de los Portland Trail Blazers de la NBA junto con su hermano Paul, ambos heredados por su padre Paul Gardner Allen, quien murió en 2018 a los 65 años por complicaciones relacionadas con el linfoma no Hodgkin. Gardner Allen, cofundador de Microsoft, investigador y filántropo, adquirió a los Blazers en 1988 y a los Seahawks en 1997. La especulación sobre el cambio de manos de ambas franquicias surgió después de la venta de los Denver Broncos de la NFL por 4.650 millones de dólares a principios de junio pasado por parte de la familia Walton-Penner. Dicha operación arrancó los rumores de la posible venta de los Seahawks, que se avivaron en el momento que trascendió que el fundador de Nike, Phil Knight, ofreció comprar a los Portland Trail Blazers de la NBA por más de 2.000 millones de dólares. En su declaración, Jody Allen alentó a sus equipos a desestimar trascendidos para concentrarse en ofrecer buenos resultados deportivos. “Confío y espero que nuestros líderes, jugadores y entrenadores formen equipos ganadores que brinden resultados exitosos dentro y fuera de la cancha”, complementó. Durante la temporada baja el entrenador de los Seahawks, Pete Carroll, también negó tal situación y mencionó que prefería centrar su atención en la planear la temporada 2022. “Nunca he considerado ese pensamiento, nunca en absoluto; estamos ocupados en prepararnos para lo que viene; estoy realmente entusiasmado con la clase de muchachos que tenemos”, mencionó el “coach”. Jody Allen detalló que para pensar en deshacerse de uno o sus dos equipos deberá pasar al menos una década. “Llegará un momento en que esto cambie dados los planes de Paul de dedicar la gran mayoría de su riqueza a la filantropía, pero eso puede demorar de 10 a 20 años. No hay un cronograma preestablecido en el que los equipos deban ser vendidos”, subrayó.