Washington 22 nov (EFE).- Durante décadas los médicos han considerado que el nivel de “colesterol bueno” servía para indicar el riesgo de enfermedad cardíaca entre adultos de distintos grupos raciales y étnicos, pero un estudio publicado esta semana cuestiona esa presunción.
El análisis, apoyado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, lo publica la revista Journal of the American College of Cadiology. Si bien los niveles bajos de lipoproteína de alta densidad (HDL, por su sigla en inglés), conocida como “colesterol bueno”, indican un riesgo mayor de ataque cardíaco o muertes relacionadas con el corazón entre los blancos adultos, lo mismo no es válido para los afroamericanos adultos.
Asimismo, los investigadores no encontraron una relación entre los niveles altos de HDL y una reducción del riesgo cardiovascular para cualquiera de los dos grupos.
“El objetivo del estudio fue entender esta vinculación establecida por mucho tiempo que describe al HDL como colesterol beneficioso, y si esto es válido para todos los grupos étnicos”, ha indicado Nathalie Pamir, autora principal de la investigación.
“Es algo aceptado comúnmente que los niveles bajos de colesterol HDL son un detrimento, sea cual sea la raza”, añade Pamir, profesora en el Instituto Cardiovascular Knoght de la Universidad Oregon de Salud y Ciencia en Portland. “Nuestro estudio puso a prueba esas presunciones”.
Los estudios previos que dieron sustento a la percepción sobre los niveles del colesterol bueno y la salud cardíaca se dirigieron en la década de 1970 y la mayoría de los participantes fueron adultos blancos.
Pamir y sus colegas revisaron la información acerca de 23.901 adultos recogidos a lo largo de períodos de diez a once años, incluyendo participantes afroamericanos y blancos con características similares como la edad, los niveles de colesterol, los riesgos subyacentes de mal cardíaco, como la diabetes, la alta presión arterial y el tabaquismo.
En el período comprendido en el análisis 664 afroamericanos y 951 blancos experimentaron un ataque cardíaco o murieron por un ataque cardíaco.
Los adultos que tenían niveles aumentados de lipoproteína de baja densidad (LDL, en inglés) y de triglicéridos mostraron riesgos levemente mayores de enfermedad cardíaca, lo cual coincidió con las investigaciones previas.
Pero el estudio fue el primero que determinó que los niveles más bajos de HDL solo vaticinaban un riesgo incrementado de enfermedad cardíaca para los adultos blancos.
Sean Coady, de la División de Ciencias Cardiovasculares en el Instituto nacional de Corazón, Pulmones y Sangre, señala que “el colesterol HDL siempre ha sido un factor de riesgo enigmático para la enfermedad cardiovascular”.
“Las conclusiones de este estudio sugieren que amerita una investigación más profunda en la epidemiología del metabolismo de lípidos, especialmente en términos de la forma en que la raza pueda modificar o mediar en esta relaciones”, agrega Coady.