Los Ángeles, 21 nov (EFE).- Los abogados que representan a cinco exestudiantes de la preparatoria Bell High School anunciaron hoy una demanda contra el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) por el supuesto abuso sexual que sufrieron por parte de un profesor, que cumple una condena por ese delito cometido contra otra estudiante.
La demanda alega negligencia por parte del LAUSD por no investigar las denuncias contra Jeffrey Scott Jones, de 62 años, quien fue contratado como profesor de inglés a mediados de la década de 1980 en la preparatoria, ubicada en la ciudad de Bell.
La querella asegura que durante años Jones cultivó un patrón de conducta que lo llevaba a casarse con estudiantes menores de edad y quitarles la virginidad, para luego divorciarse y buscar nuevas víctimas.
A partir de 1986 y hasta 2012, Jones abusó sexualmente de cinco niñas menores de edad, casándose con tres de ellas, aseguran los abogados demandantes.
Señalan que Jones usó varias tácticas para determinar qué estudiantes eran más vulnerables y susceptibles al abuso. Hizo que estudiantes tomaran pruebas de personalidad que él analizó, e incluso les pidió que entregaran diarios con detalles personales e íntimos de sus vidas.
“Jones es uno de los abusadores de menores más calculadores que he visto”, dijo la abogada Heather Brown en un comunicado.
“Fue más allá de las tácticas típicas y usó múltiples estrategias para enfocarse metódicamente en las estudiantes que eran más vulnerables”, agregó.
La demanda enumera que varios de los supuestos abusos fueron denunciados frente a la directiva de la escuela pero “no se llevó a cabo ninguna acción disciplinaria ni investigación formal”.
La demandante identificada como Jane Doe 7064 dijo en el comunicado que tiene la esperanza de que esta querella “arroje luz sobre la necesidad de un cambio dentro del distrito escolar, para que deje de encubrir y hacer caso omiso del abuso sexual, independientemente de cuán querido, popular o ‘genial’ se considere a un maestro”.
Jones fue detenido en 2013 cuando fue acusado de agresión sexual y violación de una menor de 13 años. En 2017, fue hallado culpable y condenado a 46 años a cadena perpetua por agredir sexualmente a la víctima.
Al escuchar su sentencia, el ahora exmaestro se cortó la garganta con una hoja de afeitar en la sala del tribunal. El hombre se recuperó y actualmente cumple su condena en una cárcel de California.