Washington, 7 nov (EFE).- Estados Unidos lanzó este lunes una recompensa de hasta 1 millón de dólares por información que lleve a detener a tres haitianos sospechosos de secuestrar en octubre de 2021 a varios misioneros cristianos.
El departamento de Estado informó a través de un comunicado firmado por su titular, Antony Blinken, que la recompensa es parte de los esfuerzos del país “para continuar imponiendo consecuencias y responsabilizando a quienes fomentan la violencia en Haití”.
Los sospechosos son tres ciudadanos haitianos, Lanmò Sanjou, también conocido como Joseph Wilson, Jermaine Stephenson, también conocido como Gaspiyay y Vitel’Homme Innocent, líderes de dos bandas de secuestradores y acusados de participar en el crimen organizado transnacional.
El 16 de octubre de 2021, la pandilla conocida como 400 Mawozo secuestró a 16 misioneros cristianos estadounidenses y un misionero canadiense y pidió un rescate por ellos.
Los misioneros fueron secuestrados después de visitar un orfanato en el pueblo de Ganthier, una barriada en las afueras de Puerto Príncipe, y entre ellos había cinco niños.
Tras la liberación de varios de ellos, el grupo -que pertenecía a la congregación religiosa Christian Aid Ministries- fue puesto en libertad por completo el 16 de diciembre.
El Departamento de Justicia anunció además este lunes la apertura de los cargos penales contra siete líderes de cinco pandillas haitianas, incluidos los tres mencionados, que han sido acusados de conspiración para cometer toma de rehenes y de toma de rehenes.
Los otros cuatro acusados son líderes de otras tres pandillas y han sido acusados de otros dos secuestros de ciudadanos estadounidenses en Haití.
“Cuando un ciudadano estadounidense es secuestrado en el extranjero, el Departamento de Justicia hará uso de todo el alcance de nuestras autoridades policiales para garantizar su regreso seguro a casa y responsabilizar a los responsables”, apuntó el Fiscal General Merrick B. Garland en un comunicado.
Estados Unidos, añade el Departamento de Estado, “apoya los esfuerzos de nuestros socios haitianos encargados de hacer cumplir la ley que buscan hacer cumplir el estado de derecho en Haití y combatir el crimen organizado transnacional, que continúa siendo un factor impulsor del empeoramiento de la situación humanitaria y de seguridad”.
Los secuestros indiscriminados son algo habitual en Haití, pero no es frecuente que los rehenes pasen dos meses secuestrados, como ocurrió en el caso del grupo norteamericano.