Los Ángeles, 1 jul (EFE).- La Corte de Distrito del Este de Boston halló a Stephanie Armstrong culpable de asalto y agresión con daños por un ataque ocurrido en febrero de 2020 contra una madre colombiana y su hija adolescente por hablar español, pero sólo la sentenció a dos años de libertad supervisada, informó la organización Lawyers for Civil Rights (Abogados por los Derechos Civiles, LCR), que representa a las víctimas. La sentencia a Armstrong, de 27 años, se suma a la emitida en febrero pasado contra Jenny Leigh Ennamorati, de 25 años, quien fue condenada a 15 meses de libertad supervisada por los mismos hechos. El juicio contra Armstrong se inició apenas el miércoles 29 de junio en Boston, Massachusetts. Armstrong estaba acusada de dos cargos de asalto y agresión y dos de violación de los derechos civiles con lesiones corporales. El incidente ocurrió el 15 de febrero de 2020 cuando la colombiana Sara Vásquez y su hija fueron atacadas por dos mujeres a las que no conocían. El ataque, ocurrido en el este de Boston, fue captado por una cámara de vigilancia. Vásquez dijo que ella y su hija caminaban hacia su casa y cuando pasaban por la Plaza Maverick dos mujeres empezaron a gritarles “Estamos en Estados Unidos” y les dijeron que hablaran inglés o se fueran “a su (adjetivo peyorativo) país”. “Nos dieron puñetazos, nos mordieron. A mi hija la golpearon en la cabeza”, dijo la inmigrante. En el vídeo pueden verse la agresión y la llegada de un vehículo con agentes policiales que separaron a las mujeres. Al inicio del juicio, el abogado defensor de Armstrong sugirió que su clienta había estado bebiendo la noche del asalto y persiguió a la madre y la hija porque se estaban riendo de la acusada, no por el idioma que hablaban, según reportó CBS Boston. También dijo que fue la coacusada, Jenny Leigh Ennamorati, quien gritó y agredió físicamente a las víctimas. El jueves por la noche, LCR emitió un comunicado en el que informó de la sentencia a Armstrong y deploró que las “laxas sentencias (a Armstrong y Ennamorati) por el atroz ataque a una madre latina y a una menor infunden un temor profundo en las comunidades de color, especialmente las víctimas de crímenes de odio a las que demasiado a menudo les falla el sistema legal”. “Es particularmente decepcionante la clara renuencia de la corte a imponer una pena de prisión”, señaló la organización. Expuso que aunque la corte indicó que un confinamiento de seis meses en una institución correccional podía ser apropiado por la ofensa subyacente, la corte suspendió tal sentencia de prisión. “Es vergonzoso que al cabo de un juicio de dos días que retraumatizó a las víctimas, la perpetradora de un crimen de odio salga libre con sólo una pena de libertad supervisada”, añadió. Myraida Meléndez, abogada de LCR, declaró que tanto al nivel local como al nacional “seguimos atestiguando un aumento significativo de los crímenes de odio, particularmente los relacionados con la raza”. “Al no haber impuesto sentencias significativas a las atacantes, el sistema legal exacerba el racismo y la intolerancia”, indicó LCR, y añadió: “Este es un acto de terrorismo motivado por el prejuicio y la discriminación. Todo individuo debería ser libre para caminar en su comunidad y hablar su lengua nativa sin temor a la violencia”.