Washington, 30 jun (EFE).- El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, criticó este jueves la “falta de autonomía” de Hong Kong, cuando falta un día para que se cumplan 25 años de su retorno a China tras la era colonial británica. “Las autoridades de Hong Kong y de China han roto la promesa que hicieron a los ciudadanos de Hong Kong. Reiteramos nuestro llamamiento a restaurar sus libertades”, expresó Blinken en Twitter. En un comunicado sobre el mismo asunto, Blinken dijo que el 1 de julio de 2022 debía ser “un punto a medio camino de los 50 años de autonomía prometidos”, pero lamentó que “es evidente” que China no considera las libertades democráticas formen parte del acuerdo. El jefe de la diplomacia estadounidense recordó la respuesta de China a las masivas protestas que vivió Hong Kong en 2019, cuando Pekín trató de imponer una controvertida ley de extradición que hubiera permitido el traslado de detenidos a la China continental. Las autoridades acabaron por imponer una Ley de Seguridad Nacional en 2020, que otorgó a China poder para perseguir crímenes políticos y que sirvió para acallar el movimiento prodemocracia que se hizo fuerte a raíz de la oposición a la ley de extradición. “La Ley de Seguridad Nacional permitió una erosión de la autonomía y un desmantelamiento de los derechos y las libertades de los residentes de Hong Kong”, defendió Blinken en el escrito. Además, lamentó “el encarcelamiento de la oposición”, en referencia a las decenas de manifestantes prodemocracia que fueron detenidos gracias a la Ley de Seguridad y que, en muchos casos, han tenido que esperar en prisión durante meses para ir a juicio. El conflicto se terminó de diluir con el inicio de la pandemia de la covid-19, ya que en Hong Kong todavía perduraba el trauma por los brotes de SARS, una enfermedad similar, en 2002 y 2003. Hong Kong fue colonia británica desde el siglo XIX hasta 1997, cuando su soberanía volvió a manos de Pekín bajo el paradigma conocido como “un país, dos sistemas”, que le permitía mantener su modelo capitalista durante 50 años, con autonomía en áreas como el control de fronteras o la política monetaria.