Miami, 21 jun (EFE).- Unos 42 millones de estadounidenses saldrán a la carretera para viajar durante el fin de semana largo del Día de la Independencia, que se celebra el 4 de julio, a pesar de los precios récord de los combustibles, indicó este martes la Asociación Automovilística Estadounidense (AAA, en inglés).
El mayor grupo de automovilistas del país estima que este año se registrará un aumento del 0,4 % con respecto a los 41,8 millones de estadounidenses que viajaron por carretera en las mismas fechas del año pasado.
Y todo a pesar de que la media nacional de la gasolina superó recientemente y por primera vez en la historia del país los 5 dólares por galón.
Los viajes en automóvil no serán los únicos que crezcan este año. Los desplazamientos por aire, tren, autobús o mar, entre otros, se prevé que aumenten con respecto al año pasado.
La AAA pronostica que en total 47,9 millones de personas viajarán 50 millas o más desde su hogar durante el fin de semana festivo.
Esto supone un aumento del 3,7 % con respecto a 2021 y solo un 2 % menos que la cifra registrada en 2019, el último año antes de que se iniciara la pandemia del coronavirus.
En general, el automóvil supondrá el 88 % del total de los desplazamientos, mientras que el sector aéreo absorberá el 7 % y un 5 % para los restantes modos de viaje.
La AAA apunta a que los problemas recientes con los viajes aéreos y las preocupaciones sobre cancelaciones y retrasos serían los posibles “catalizadores” para esta situación.
“El volumen de viajeros que se espera durante el Día de la Independencia es una señal definitiva de que los viajes de verano se están acelerando”, dijo Debbie Haas, vicepresidenta de Viajes de AAA sobre sus previsiones para los desplazamientos que se realizarán desde el jueves, 30 de junio, hasta el lunes, 4 de Julio.
Las reservas de viajes aumentaron un 60 %, indicó la organización, que señala a Orlando (Florida) y Vancouver (Canadá), como destinos preferidos este año para los estadounidenses a nivel nacional e internacional, respectivamente.
Este repunte se podría registrar a pesar de que los precios de los viajes van a ser más altos que el año pasado, tanto en auto como en avión, con boletos un 14 % más caros, con la tarifa aérea más baja promedio de 201 dólares, y hoteles de gama media un 23 % más costosos.