Redacción Deportes (EEUU), 17 jun (EFE).- Pese a que jugadores como el español Jon Rahm (-4 en total) o el norirlandés Rory McIlroy (-4) mantienen intactas sus opciones de levantar el trofeo, la jornada de este viernes en el Abierto de Estados Unidos dejó una exhibición de los golfistas locales con diez de ellos situados entre las doce primeras posiciones.
En cabeza destacan Collin Morikawa y Joel Dahmen, colíderes con cinco golpes bajo par en total tras dos fechas disputadas.
Nombres como el canadiense Adam Hadwin (-2), el sudafricano MJ Daffue (-1) o los británicos Matt Fitzpatrick (-2) y Callum Tarren (-1) fueron cayendo de los primeros puestos a medida que se inspiraban los estadounidenses y, pese a que no pierden opciones de victoria final, estarían obligados a hacer un golf perfecto entre sábado y domingo.
La segunda jornada de este Abierto de EE.UU. ha sido fiel a lo habitual: el viernes es para que los más fuertes presenten sus credenciales al triunfo final.
En esto, Collin Morikawa ha sido un referente con una tarjeta de cuatro golpes bajo par este viernes y una exhibición de golf con cuatro birdies en sus primeros 10 hoyos.
Joel Dhamen, cuya mejor actuación en un ‘major’ fue un top 10 en el Campeonato de la PGA de 2020, se mostró muy sólido con los hierros y, particularmente en los greenes, convirtió con máxima eficacia la mayoría de sus putts.
Para los aficionados siempre es una alegría ver al estadounidense entre los destacados para recordar que su principal triunfo no fue en un campo de golf sino superando un cáncer testicular.
Desde entonces, Dhamen siempre porta en su gorro un mensaje de apoyo a quienes están luchando su particular ‘partido’ contra esta enfermedad.
RAHM SIGUE SONRIENDO
No ha sido casualidad que dos de los mejores golfistas del día hayan sido Collin Morikawa y Jon Rahm (-3 este viernes) porque ambos compartieron el recorrido jugando juntos y, por momentos, parecía que se contagiaban esas buenas sensaciones.
Al terminar en el nueve, saludo y mirada de complicidad, conscientes de que cada uno influyó positivamente en el juego del otro y que desde mañana protagonizarán una batalla directa por el título.
A Rahm, que defiende en el Abierto de EE.UU. el campeonato que logró el año pasado, se le vio jugar muy cómodo y con confianza y él mismo destacó que las condiciones meteorológicas fueron más propicias que las del jueves.
En cualquier caso, el viento o el sol quedaron en anécdota al lado del gran golf que jugó este viernes.
El momento clave ha sido en el hoyo 14, su quinto del día, convirtiendo un eagle, el primero de su carrera en un Abierto de EE.UU., para borrar el mal sabor del bogey del hoyo anterior.
El de Barrika está sonriente y saboreando cada minuto en Brookline (Massachusetts, EE.UU.)
“Cuanto más lo juego, más se convierte en uno de mis campos favoritos. Estoy disfrutando con este desafío, me he divertido mucho en las últimas dos horas”, dijo.
Las sensaciones son muy buenas de cara al fin de semana y, viéndole caminar por The Country Club, por momentos parece que estuviera en Torrey Pines (California, EE.UU.), donde se proclamó campeón en 2021.
“He jugado como uno desea jugar al golf en el Abierto de EE.UU., ojalá pueda seguir haciéndolo así. Los siete últimos hoyos los he jugado lo más cómodo posible”, apuntó.
El otro ‘foráneo’ que desafió a los estadounidenses, el norirlandés Rory McIlroy, supo recomponerse tras un comienzo dubitativo (-1 este viernes).
“No ha sido un gran inicio con el doble bogey en el hoyo tres pero sabía que tendría más oportunidades para recuperar. Estoy en una buena posición de cara al fin de semana”, señaló.
Cinco birdies, tres de ellos en los últimos siete hoyos, le permitieron maquillar su tarjeta y mantener vivas las opciones de ganar su segundo Abierto de EE.UU..
Mención aparte merece el estadounidense Hayden Buckley, de 26 años, que entró en el Abierto de EE.UU. clasificando desde los torneos previos y que ocupa actualmente el puesto 259 del ranking mundial.
Ha completado dos tarjetas de 68 golpes cada día (-4 en total) para ser el tercero de la general y ganarse el derecho a salir en uno de los últimos tee times con los mejores del planeta, un sueño hecho realidad después de haberlo intentado con el béisbol y para alguien que actualmente trabaja como administrativo.
El golpe más impresionante de la jornada -y de lo que va de torneo- lo protagonizó un Scottie Scheffler que conserva sus aspiraciones con una tarjeta de tres golpes bajo par, demostrando por qué es el número uno del mundo.
Era su tercer golpe del hoyo 14, desde el rough intentó un approach impresionante que terminó entrando y sumándole un eagle con ovación de los presentes este golpe le disparaba hacia la zona de candidatos.
GARCÍA Y ARNAUS, FUERA DEL CORTE
Sergio García (+4) y Adri Arnaus (+7) no pasan el corte y dicen adiós a The Country Club.
El alicantino completó una tarjeta de 70 golpes para igualar el par del campo, pero le penaliza el resultado del jueves, mientras que el catalán vuelve a quedarse fuera del fin de semana como ya le sucedió en su primera participación (y única hasta ahora) en la edición de 2019.
Del resto de representación hispana, continúan en el Abierto de EE.UU. el colombiano Sebastián Muñoz (+3 tras dos jornadas) y el chileno Joaquín Niemann (+1).
En cambio, el chileno Mito Pereira se quedó fuera del fin de semana con cuatro sobre par después de que cinco bogeys le arruinaron su tarjeta del viernes.