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Tucson (AZ), 31 ago (EFE).– El futuro de los estudiantes indocumentados en Arizona estará en manos del electorado local en noviembre próximo, cuando sea votado un proyecto de ley que por primera vez les otorgaría el derecho de pagar colegiaturas como residentes del estado en universidades y colegios comunitarios.
La Propuesta 308 permitiría que todos los estudiantes graduados de bachillerato en escuelas de Arizona sean elegibles para pagar colegiaturas como residentes y solicitar becas financiadas por fondos estatales, sin importar su estatus migratorio.
“Calculamos que cada año alrededor de dos mil estudiantes indocumentados se gradúan de escuelas secundarias (bachillerato) en Arizona”, dijo a Efe José Patiño, vicepresidente de educación y asuntos externos de la organización proinmigrante Aliento en Arizona.
Sin embargo, añadió, “una vez que tienen ese diploma muchas veces no pueden continuar sus estudios porque les es prácticamente imposible pagar las altas tarifas de colegiatura que actualmente deben pagar”.
Para ser elegibles bajo la iniciativa, los indocumentados deberán haber vivido por lo menos dos años en Arizona y haberse graduado de una secundaria local.
La iniciativa busca revertir partes de una ley aprobada por los votantes en 2006 (Ley 300) que les negó a los estudiantes indocumentados el derecho de tener la misma tarifa que los residentes, sin importar los años que tengan viviendo en Arizona o que sus padres paguen impuestos.
Aliento estima que hasta 250.000 personas se podrían beneficiar si la Propuesta 308 es aprobada, ya que permitiría iniciar o continuar estudios superiores a personas que tuvieron que renunciar a ellos.
Por años, diversas organizaciones han luchado a nivel estatal para otorgar colegiaturas como residentes a los indocumentados, incluyendo aquellos amparados actualmente bajo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Sin embargo, estos esfuerzos fracasaron en la Legislatura estatal ante el dominio del Partido Republicano.
En Arizona los residentes pagan en promedio unos 12.000 dólares anuales de colegiatura en las universidades, mientras un estudiante de otro estado paga poco más de 36.000 dólares.
Gracias al esfuerzo de diversas organizaciones, entre ellas Aliento, se logró en 2019 que la Junta de Regentes de Arizona permitiera a los jóvenes indocumentados pagar 150 % (18.000 dólares) del costo de las colegiaturas como residentes en las universidades públicas del estado.
“DESCUENTO” INSUFICIENTE
No obstante, este “descuento” es insuficiente ya que los beneficiarios de DACA y aquellos sin estatus legal no son elegibles para la ayuda financiera federal o becas estatales destinadas a pagar los estudios superiores.
“Desde que estaba en la secundaria tenía en mente ir a la universidad, Sin embargo, inclusive mis propios consejeros académicos me dijeron que en Arizona no sería posible debido a mi estatus”, dijo a Efe Ángel Palazuelos, estudiante de la Universidad Estatal de Arizona (ASU).
El joven de 20 años, quien llegó a Estados Unidos cuando tenía cuatro años y desde entonces vive en Arizona, considera muy injusto que el estado les niegue a estudiantes como él la oportunidad de realizar o continuar sus estudios superiores después de haberlos educado por años.
“La Propuesta 308 cambiaría mi vida; me ayudaría a terminar mi carrera y poder solicitar becas,” dijo el joven, destacado estudiante de ingeniería biomédica.
El inmigrante mexicano ha tenido que superar múltiples obstáculos para continuar su educación superior. “Mi familia dejó todo en México para darnos una mejor vida. Sin embargo, me da miedo no poder honrar este gran sacrificio si no puedo terminar mi carrera”, manifestó.
Palazuelos se considera uno de los pocos “afortunados” por haber obtenido becas privadas para continuar su educación universitaria, pero lamenta que incontables más se encuentren en un “limbo académico” por la falta de recursos para pagar las elevadas colegiaturas, sin mencionar el costo de libros, transporte y vivienda.
Debido a la Ley 300 y la falta de recursos para los indocumentados al terminar el bachillerato, muchos dejan Arizona para estudiar en otros estados que ofrecen mejores oportunidades.
“Si esta propuesta es aprobada tendré mejores oportunidades de terminar mi carrera, e inclusive quizá seguir con una maestría”, dijo a Efe María García, estudiante de ciencias políticas en la ASU.
García considera que mucha gente no conoce los problemas que enfrentan los jóvenes indocumentados para continuar sus estudios superiores en Arizona.
Por ello, tanto García como Palazuelos trabajan con Aliento para informar al público para que apoye la Propuesta 308 en las urnas en noviembre. Para lograrlo consideran fundamental el voto latino, por lo cual en las próximas semanas iniciarán una fuerte campaña en radio, televisión y redes sociales.
“Esta es quizá la única oportunidad que tengamos para ayudar a los jóvenes inmigrantes. Es algo que tal vez nunca se repita”, finalizó Patiño.
En los comicios del 8 de noviembre en Arizona, concurrentes con las elecciones generales de EE.UU., se definirá a quienes ocuparán bancas en la Legislatura estatal y cargos en el Gobierno del estado, incluyendo el de gobernador, así como un escaño en el Senado federal y nueve en la Cámara de Representantes.
El estado, donde el voto latino juega un papel importante, es clave para determinar el control del Congreso federal.
El senador federal demócrata Mark Kelly, quien busca reelegirse, obtuvo en las elecciones de 2020 el apoyo de 80,9 % de los votantes latinos, mientras el ahora presidente Joe Biden se quedó con 78,2 % del respaldo de los hispanos del estado.
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