Santo Domingo, 7 oct (EFE).- La decisión de la República Dominicana de deportar hasta a 10.000 migrantes indocumentados por semana mantiene en un estado de incertidumbre a los haitianos, que tratan de subsistir en la construcción, la agricultura o el comercio informal tras huir de su país, cuya situación económica y política se ha agravado en los últimos años por la violencia de las bandas armadas.
EFE observó este lunes al menos seis camiones repletos de haitianos en el centro de recepción de migrantes en Haina, a unos 20 kilómetros de Santo Domingo, antes de ser trasladados a la frontera para su deportación tras ser detenidos en operativos masivos el fin de semana en varios puntos del país.
Al lugar llegaron familiares de los detenidos para enterarse de su suerte. Muchos de ellos están en las afueras del centro desde este domingo, como es el caso de Elizabeth, cuyo esposo, haitiano al igual que ella, fue detenido el sábado en La Romana (este de la República Dominicana), donde hay una gran presencia de estos migrantes trabajando especialmente en el sector de la construcción.
Desde entonces, no le han dado información de su esposo, que está documentado, según afirmó a EFE.
Los agentes lo detuvieron “como a un animal” y “no le dieron tiempo” de que entregara la cédula de identidad, denunció, pero confía en que sea despachado en las próximas horas porque, insistió, “está legal”.
Hasta el centro también se trasladó Enite, cuyo hijo fue apresado el domingo cuando regresaban de vender en un mercado que se realiza los domingos en las afueras de Santo Domingo.
La mujer, que asegura que su hijo nació en el país hace 21 años y que “nunca” ha ido a Haití, llegó este lunes a Haina con la documentación del joven que le solicitaron los agentes de migración pero “nadie” le informa de la situación.
“El tiene todas las constancias, su papel de nacido vivo, todo eso está ahí, pero no me hacen caso”, denunció, mientras aseguró que la documentación de ambos “está en proceso”.
Precisamente este lunes, Haití condenó “las brutales escenas” de deportaciones de sus ciudadanos desde la República Dominicana y resaltó que “esta política migratoria del Gobierno dominicano contraviene las normas internacionales en materia de derechos humanos, así como el imperativo del respeto a la dignidad humana”.
“Condenamos enérgicamente estos actos deshumanizantes y exigimos respeto y justicia”, escribió en la red social X la ministra haitiana de Exteriores, Dominique Dupuy.
El 2 de octubre, el Gobierno de República Dominicana anunció que repatriará a hasta 10.000 indocumentados por semana con el objetivo de “reducir el exceso de población migrante que se percibe en las comunidades dominicanas”, medida que afectará mayoritariamente a los haitianos, que suman más de medio millón, de acuerdo con diferentes fuentes.
El presidente dominicano, Luis Abinader, insiste en que la inestabilidad en el país vecino, sumido desde hace años en una severa crisis, genera presión sobre la seguridad y los servicios de salud y educación de República Dominicana
Según la Dirección General de Migración de República Dominicana, en el primer semestre del año se deportó a sus países a 67.844 extranjeros, de ellos la inmensa mayoría haitianos (66.227).