Las Vegas (EE.UU.), 3 oct (EFE).- Ted Pappageorge, líder de un sindicato que representa a 60.000 empleados de casinos y hoteles en Nevada, tiene este año una influencia inédita para decidir el resultado de las elecciones.
El líder de la Unión de Trabajadores Culinarios del estado clave de Nevada vislumbra un futuro oscuro si gana el republicano Donald Trump. El país necesita a “un líder que haga frente a las megacorporaciones”, cuenta en entrevista con EFE.
Si gana Trump, “creo que nuestro país estaría en peligro”, dice el sindicalista que desde 1982 ha formado parte de “La Culinaria”, la unión más grande del estado de Nevada, y una de las más importantes del país y que los candidatos presidenciales necesitan de su lado.
En opinión de Pappageorge, es necesario que llegue al poder alguien que apoye el derecho de los trabajadores a organizarse: “Si no lo hacen tenemos que expulsarlos”, espeta el secretario tesorero de la unión, quien describe a Trump como un “multimillonario” que de ser electo no se enfrentará a “sus amigos” dueños de grandes empresas.
En cambio, cree que las propuestas de la vicepresidenta y actual candidata demócrata, Kamala Harris, abordan problemas específicos de trabajadores sindicalizados y la población en general de Nevada.
“Harris ha dejado claro dos cosas: que va a proteger el derecho a la sindicalización (…) y que va a luchar en contra de los altos precios de los alimentos, la gasolina y la vivienda, enfrentando a grandes corporaciones”, explica Pappageorge.
Trabajadores convenciendo trabajadores
En las últimas dos elecciones presidenciales, el sindicato ha sido parcialmente reconocido por mantener Nevada, un estado 'bisagra, de color “azul”, dando el triunfo a los demócratas, resultado de la movilización de voluntarios de la unión quienes salen a tocar puertas para convencer a votantes de apoyar al Partido Demócrata.
En 2020, el presidente Joe Biden se impuso ante Trump con 5,3 puntos porcentuales en este estado, y aventajó con 16 puntos al magnate entre los votantes que pertenecían a algún sindicato del país.
En esta carrera presidencial, Harris y Trump enfrentan una apretada lucha por el Estado Plateado. La última encuesta del portal FiveThirtyEight muestra que el republicano aventaja a la demócrata por un solo punto porcentual.
“La forma de ganar en Nevada es que los trabajadores vayan puerta por puerta, persona por persona, hablando cara a cara, trabajadores hablando con trabajadores, y lo estamos llevando a cabo”, explica optimista Pappageorge.
Sin embargo, la popularidad del republicano entre trabajadores sindicales ha ido en aumento, algo que Trump apuntaló en junio con la promesa de acabar con los impuestos a los ingresos por propinas, algo a lo que Harris posteriormente se sumó.
Según datos del periodista de la CNN Harry Enten, actualmente Trump está tan solo nueve puntos por detrás de Harris entre trabajadores sindicalizados, que históricamente suele decantarse por los demócratas.
Además, los Teamsters, uno de los sindicatos más grandes del país, por primera vez en casi tres décadas decidió no respaldar a ninguno de los dos aspirantes a la Casa Blanca, después de que encuestas mostraran un cambio hacia Trump entre muchos afiliados.
Trump “no está de acuerdo con el derecho de los sindicatos a representar a los trabajadores de la forma en que lo hacen ahora (…) Es como su amigo Elon Musk, ambos han bromeado con despedir a trabajadores que están en huelga”, dice Pappageorge.
Durante el último mitin en Pensilvania, el republicano también aseguró que contrataría a otras personas para evitar pagar horas extras a los trabajadores, y en su campaña de 2016, el magnate de los casinos y hoteles expresó abiertamente su preferencia por trabajadores no sindicalizados.
Pappageorge se mantiene optimista y asegura que “los trabajadores saben que (Trump) es un hipócrita que realmente no quiere resolver los problemas”.
“La vicepresidenta es diferente, tiene un plan para solucionar la frontera, ocuparse de la economía y brindar un camino para el verdadero sueño americano”, concluye.