Washington, 25 sep (EFE).- Estados Unidos está trabajando con sus aliados, incluida Francia, para lograr un alto el fuego entre Israel y el grupo chií libanés, cuya escalada en las últimas semanas amenaza con desatar una guerra a gran escala en Oriente Medio.
Según informó la Casa Blanca, el presidente estadounidense, Joe Biden, se reunió este miércoles en los márgenes de la Asamblea General de la ONU con su homólogo de Francia, Emmanuel Macron, para hablar sobre sus esfuerzos para “asegurar un alto el fuego entre Israel y Hizbulá y evitar una guerra más amplia”.
Al respecto, un alto funcionario estadounidense confirmó a EFE que Washington está utilizando su influencia como aliado clave de Israel en Oriente Próximo para impulsar las negociaciones.
“Estamos manteniendo discusiones activas con los israelíes, así como con otros países, para intentar asegurar un alto el fuego entre Israel y Hizbulá”, afirmó el citado funcionario, que habló bajo condición de anonimato.
En esas negociaciones también está participando el primer ministro libanés, Najib Mikati, quien se encuentra en Nueva York para la Asamblea de la ONU, y el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, según reveló este último en una entrevista a la versión electrónica del diario árabe ‘Al Sharq al Awsat’.
Berri, quien es líder del grupo libanés chií Amal, aliado de Hizbulá, ha afirmado que “las próximas 24 horas serán decisivas”.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tiene previsto viajar en las próximas horas a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU.
Desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza, tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, la frontera entre Israel y Líbano ha vivido su mayor pico de tensión desde 2006, con intercambios de fuego constantes entre el Ejército israelí y los combatientes de Hizbulá.
El lunes Israel comenzó una intensa campaña de bombardeos concentrados, sobre todo, en el sur y el este del Líbano, bastiones de Hizbulá. Según autoridades libanesas, estos ataques han dejado más de 500 muertos y han provocado el desplazamiento interno de decenas de miles de personas.
Israel ha prometido que hará todo lo posible para que sus ciudadanos puedan regresar al norte del país, en la frontera con el Líbano. Mientras tanto, Hizbulá afirma que seguirá atacando a Israel hasta que se logre un alto el fuego en Gaza.