Bogotá, 22 sep (EFE).- El Mundial Femenino Sub-20 de Colombia termina este domingo con la final Corea del Norte-Japón y a pesar de que los equipos latinoamericanos no pasaron de cuartos de final, hubo cinco jugadoras de la región que brillaron y demostraron tener un futuro prometedor.
Una portera, dos volantes y dos artilleras dejaron su marca en los estadios Pascual Guerrero, de Cali; Atanasio Girardot, de Medellín, y Techo y El Campín, de Bogotá, donde se ganaron los aplausos del público con su talento.Amezaga
Goleadora inesperada
Antes del Mundial, los focos de la selección brasileña estaban puestos sobre Priscila y Debinha, pero en el torneo la protagonista fue la atacante Natália Vendito, del Ferroviaria, que anotó cinco goles y es una de las máximas artilleras del torneo.
Tras anotar dos dianas en la goleada 9-0 contra Fiyi, la delantera de 19 años le hizo dos más a Francia en el triunfo 0-3 de la segunda jornada y uno a Canadá en la victoria 0-2.
Vendito viene construyendo su carrera defendiendo la Verdeamarela y la Ferroviária desde las divisiones inferiores y su primer gol como profesional, una auténtica joya, lo consiguió en la décima jornada del Campeonato Paulista. Fue el 0-2 en el duelo entre su equipo y el Sao Bernardo, que culminó 0-3.
Una araña entre palos
La colombiana Luisa Agudelo sólo tiene 17 años, pero tiene tanta seguridad en sí misma y es tan ágil que demuestra en la cancha la experiencia de una jugadora experimentada.
La guardameta cafetera es una araña entre los palos y el mejor reflejo de eso es que no recibió ni un solo gol en los cuatro primeros partidos que disputó en el Mundial Femenino Sub-20. Su trabajo fue especialmente clave en el triunfo 0-1 contra Corea del Sur en octavos de final.
La portera, que este año también disputará el Mundial Femenino Sub-17 de República Dominicana, fue campeona y figura este año de la liga colombiana con el Deportivo Cali, club al que llegó el año pasado procedente del extinto Cortuluá.
Vale su peso en oro
México mostró un nivel muy alto en el Mundial de Colombia, pero tuvo momentos difíciles ante rivales exigentes como Camerún, las anfitrionas y Estados Unidos.
En ese contexto, siempre hubo una jugadora que sobresalió entre sus compañeras y que impulsó al equipo cuando más lo necesitaba: la extrema Montserrat Saldívar, que el viernes pasado cumplió 18 años.
Milita en el América y cuando se pone la camiseta de El Tri no hay quien la pare. Por eso logró en el torneo anotar dos goles y servir tres asistencias desde la banda izquierda, la zona de la cancha en la que mejor se desenvuelve y donde demostró que vale su peso en oro.
La luz que alumbra en la oscuridad
A pesar de haber clasificado por primera vez a la segunda fase de un Mundial Femenino Sub-20 en Colombia, la selección argentina demostró que aún tiene mucho camino por recorrer para alcanzar, por ejemplo, el nivel que tienen en la región las cafeteras o las brasileñas.
Sin embargo, el torneo mostró que hay una jugadora diferente a las demás en el equipo: la atacante Kishi Núñez, del Boca Juniors.
Esta joven de 18 años, que mide apenas 1,65, luchó contra centrales gigantes y anotó el que, posiblemente, es el mejor gol del torneo ante Costa Rica, que supuso además el triunfo de su equipo y la clasificación a octavos en la última jornada del Grupo F.
Núñez hizo tres goles en cuatro partidos disputados, en los que también sirvió una asistencia.
La ilusión de Paraguay
En su tercera participación en un Mundial Sub-20, Paraguay tampoco logró pasar de la fase de grupos. Le ganó 2-0 a Marruecos, perdió 2-0 con España y fue aplastada por Estados Unidos, un 7-0 que eliminó a las dirigidas por Fabio Fukumoto.
Sin embargo, la paraguaya Fátima Acosta marcó los dos goles de la victoria de su selección ante Marruecos.
La juvenil del Sao Paulo se había consagrado en el pasado Campeonato Sudamericano de la categoría como la máxima anotadora, condición que ratificó en el mundial pero que no fue suficiente para la Albirroja.
Jorge Gil Ángel