Washington, 20 sep (EFE).- La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, defendió este viernes la flexibilidad a la hora de subir o bajar los tipos de interés, en una era en la que la inflación es “más volátil” y hay una “profunda incertidumbre económica”.
“Entramos en una era en la que la inflación es más volátil y la transmisión de la política monetaria más incierta”, apuntó Lagarde en un discurso pronunciado en Washington, en un foro organizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Lagarde ofreció un discurso sobre el desafío que ha supuesto para las instituciones evaluar el impacto de la política monetaria, en unos años en los que “la incertidumbre sobre la transmisión de la política ha sido particularmente aguda”.
“Hemos enfrentado la peor pandemia desde la década de 1920, el peor conflicto en Europa desde la década de 1940 y el peor shock energético desde la década de 1970. Estos shocks han cambiado la estructura de la economía y plantearon un desafío para la forma en que evaluamos el impacto de la política monetaria”, apuntó.
Para garantizar la estabilidad en el futuro, agregó, el enfoque de los bancos centrales “debe seguir encarnando la ‘estabilidad sin rigidez’, lo que nos permitirá ajustarnos rápidamente a medida que la economía se transforma”.
“Mi mensaje principal es que debemos estar listos para el cambio y preparados para utilizar la flexibilidad de nuestros marcos según sea necesario”, afirmó.
Actualmente, añadió, la economía está atravesando “cambios transformadores” cuyo impacto “hay que analizar y comprender”.
El pasado 12 de septiembre, el Banco Central Europeo (BCE) anunció una bajada del tipo de interés de referencia en un cuarto de punto, hasta el 3,5 %, su nivel más bajo desde junio de 2023, en el que fue su segundo recorte del año.
Lagarde explicó entonces que decidirán si recortan de nuevo los tipos de interés en su reunión de octubre en función de los datos económicos que se reciban durante estas semanas, una visión similar a la ofrecida por el presidente de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, Jerome Powell.
El regulador estadounidense anunció esta semana el inicio de un ciclo de bajadas de tipos al reducirlos medio punto. Los tipos seguían sin cambios desde julio de 2023 y ahora la tasa de referencia se sitúa en un rango del 4,75 % al 5 %.
Lagarde defendió hoy la efectividad de las políticas monetarias, que “han logrado mantener ancladas las expectativas de inflación”, con un “sorprendente bajo costo para el empleo”. “Se prevé que la inflación vuelva al 2 % durante la segunda mitad del año próximo y, considerando la magnitud del shock inflacionario, esta corrección es notable”, dijo.
Aún así, insistió, “la incertidumbre que se avecina sigue siendo profunda”, en una época de gran fragmentación global y en la que la digitalización representa enormes retos para la política monetaria.
Por ello, añadió, los objetivos centrales de la política monetaria “tendrán que permanecer inalterados” y será necesario mantener “el objetivo de inflación orientado al mediano plazo del 2%”.
Lagarde, quien dirigió el FMI entre 2011 y 2019, fue presentada por su sucesora en la multilateral, la búlgara Kristalina Georgieva, quien llamó a los bancos centrales que han iniciado las bajadas de tipos de interés a seguir “vigilantes” y a “no ser complacientes” ya que la inflación “aún podría aumentar”, en un entorno global “más propenso a los shocks”.