Miami, 6 sep (EFE).- Colt Gray, de 14 años, abrió fuego el pasado miércoles con un rifle semiautomático en una escuela secundaria de Georgia (EE.UU.), matando a cuatro personas e hiriendo a nueve, por causas aún desconocidas, pero al parecer con ansias de replicar la matanza ocurrida en un centro escolar de Parkland (Florida) en 2018.
El tiroteo registrado en la escuela secundaria Marjorie Stoneman Douglas de la citada ciudad floridana, en el que murieron 17 personas (14 estudiantes), fue una de las recientes matanzas sucedidas en EE.UU. sobre las que Colt estuvo documentándose e incluso escribiendo.
Según medios estadounidenses, los agentes policiales que han registrado la vivienda de Colt han hallado en su dormitorio textos suyos sobre aquella matanza, que junto con la de Uvalde (Texas) en 2022 figura entre las más mortales acaecidas en escuelas de este país.
Lo anterior es una pista que ayuda a los investigadores a configurar una problemática vida familiar previa al tiroteo que Colt perpetró en un pasillo de la secundaria Apalachee High School, en la localidad de Winder, y por el que este viernes se le acusó de cuatro cargos de asesinato, si bien los fiscales prevén cargos adicionales.
El adolescente de greñas rubias rompió la somnolienta mañana del miércoles con un rifle semiautomático AR-15, un arma que según la cadena CNN fue comprada por su padre, Colin Gray, de 54 años, quien se la dio a su hijo como regalo de Navidad en diciembre de 2023.
El presente, dado a pesar de perturbadores antecedentes que vinculaban a Colt con amenazas publicadas en internet de desatar una matanza en una escuela, ha derivado en el arresto de Colin Gray, quien también hoy ha sido acusado de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario, entre otros cargos, y como su hijo podría pasar el resto de su vida en prisión.
Con afirmaciones tajantes, el padre negó de que el menor fuera el autor de las amenazas publicadas en mayo de 2023 en la red social Discord y declaró a los agentes del FBI que lo interrogaron al respecto que sí poseía armas de fuego, pero aseguró que Colt no tenía un “acceso sin restricciones” a ellas.
Los agentes federales que investigaron el hecho fueron incapaces en aquel entonces de hallar evidencias contundentes que relacionaran al menor, entonces de 13 años y quien negó ser el autor de las publicaciones, con las amenazas de “disparar en una escuela secundaria”.
Según ha trascendido, los padres del menor viven separados y han mantenido una fuerte disputa por la custodia de sus tres hijos, además de haber sido desalojados de al menos una vivienda.
La madre, Marcee Gray, tiene antecedentes por posesión de drogas en 2023 y se declaró culpable en un tribunal del Condado de Barrow, en Georgia, por daño a la propiedad, además de ser objeto de una orden de alejamiento que le impide estar en contacto con su exesposo, a no ser que tenga que ver con el cuidado de los hijos o asuntos relacionados con el divorcio.
El abuelo materno del menor, Charlie Polhamus, no ha ocultado la responsabilidad de su nieto por los actos cometidos; no obstante, en declaraciones a la cadena CNN ha señalado que Colin Gray ha abusado verbalmente de su hija y de sus nietos durante años.
“Mi nieto hizo lo que hizo por el entorno en el que vivía”, ha enfatizado Polhamus.
El ataque que desató el joven Gray acabó con la vida de los estudiantes de 14 años Mason Schermerhorn y Christian Ángulo, así como con la de los maestros de matemáticas Richard Aspinwall, de 39 años, y Cristina Irimie, de 53.
Padre e hijo, que hoy tuvieron su primera comparecencia en una corte, a la que acudieron con abogados de oficio, volverán al tribunal el próximo 4 de diciembre, fecha fijada para una audiencia preliminar.