Washington, 18 mar (EFE).- El Tribunal Supremo de EE.UU. evaluó este lunes un caso que podría definir las normas para la libertad de expresión en internet, dado que debe decidir hasta dónde puede llegar el Gobierno federal para combatir publicaciones polémicas en redes sociales sobre temas como la covid-19 y las elecciones.
La mayoría de los nueve jueces del tribunal parecieron inclinarse a favor de los argumentos de la Administración del demócrata Joe Biden y mostraron escepticismo hacia la coalición de estados republicanos, encabezados por Misuri y Luisiana, que acusan a funcionarios federales de presionar a las plataformas de redes sociales para silenciar a los ciudadanos.
Tribunales inferiores, incluida la corte de apelaciones del quinto circuito, la más conservadora del país, se han posicionado a favor de los estados, pero el Supremo ha bloqueado esas resoluciones para estudiar el asunto en profundidad.
Durante la audiencia, el abogado que representaba a los estados, Benjamin Aguiñaga, aseguró que funcionarios de la Casa Blanca, del FBI y de la agencia de ciberseguridad de EE.UU. han ejercido coerción sobre plataformas como Facebook y X (anteriormente Twitter) para que cambien su contenido.
Específicamente, Aguiñaga acusó a la Administración de Biden de haber vulnerado la Primera Enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad de expresión.
Antes de la audiencia, en un video publicado por su oficina, la fiscal general de Luisana, la republicana Liz Murrill, consideró que es “muy peligroso cuando el gobierno federal utiliza su poder y autoridad para impedir que la gente ejerza su libertad de expresión”.
Frente a ello, el abogado que representaba al Gobierno, Brian Fletcher, defendió el derecho del Ejecutivo a presentar “argumentos persuasivos” a las grandes empresas de redes sociales y pedirles que eliminen contenido que viola sus propias reglas; pero negó cualquier intento de coerción.
Fletcher argumentó que no existe coerción, ya que en todo momento las empresas de redes sociales están “ejerciendo su propio juicio independiente” y tienen la última palabra sobre el contenido que deben retirar.
Se espera que la decisión de este caso se tome antes de que finalice el curso judicial del Tribunal Supremo en junio.
En Estados Unidos, no existen normas que regulen específicamente los límites de la libertad de expresión en las redes sociales. Ante la ausencia de esta legislación, el Tribunal Supremo está adquiriendo un papel cada vez más importante.
El pasado viernes, esta instancia estableció nuevas reglas sobre cuándo los funcionarios públicos pueden bloquear voces críticas en sus cuentas de redes sociales; y, hace un mes, el tribunal celebró una audiencia sobre unas leyes de Texas y Florida que restringen el poder de las empresas de redes sociales para eliminar contenido de sus plataformas.