Naciones Unidas, 13 mar (EFE).- La polarización extrema y la desconfianza en las instituciones que afecta a una gran parte de la sociedad está creando un mundo cada vez más desigual, avisó este miércoles el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en un nuevo informe.
Uno de los hallazgos más sorprendentes del nuevo Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD es que los países más ricos experimentan niveles récord de desarrollo humano (renta per cápita, educación, esperanza de vida), mientras que la mitad más pobre del planeta avanza a un ritmo inferior al que registraba antes de la pandemia.
“Quizás el fenómeno más preocupante que revela este informe es que después de dos décadas de convergencia, en lo que respecta al desarrollo económico, entre las economías desarrolladas y en desarrollo, vemos por primera vez una divergencia”, dijo en una rueda de prensa el jefe del PNUD, Achim Steiner.
Esta divergencia se hace patente en aspectos como el comercio global o la concentración de capital. Casi el 40 % del intercambio de bienes se concentra en tres países o menos, según el informe.
Por otro lado, la capitalización bursátil de cada una de las tres compañías tecnológicas más grandes del mundo en 2021 era superior al producto interior bruto (PIB) de más del 90 % de los países del mundo.
Esta desigualdad extrema contribuye a generar un ambiente de desconfianza y miedo hacia el futuro que hace que el miedo guíe al discurso político, advirtió Steiner.
“Lo que vemos es que los segmentos más pobres y vulnerables de nuestra sociedad se están quedando atrás”, dijo por su parte Pedro Conceição, el director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD.
Conceição destacó que desde 2011 la polarización ha aumentado en dos tercios de los países del mundo. “Es un fenómeno global”, aseguró el experto.
Uno de los resultados más preocupantes de esta tendencia es que si bien el 90 % de la gente apoya los ideales de la democracia, por primera vez más del 50 % indicó que estaría dispuesta a apoyar a un líder que podría socavarla.
Ni Steiner ni Conceição quisieron mencionar nombres (las encuestas que elabora el PNUD no preguntan sobre líderes concretos), pero el jefe de la oficina sí apuntó a Brasil y a Estados Unidos al hablar de lugares donde se comienza a poner en duda el resultado de procesos electorales.
De acuerdo con los expertos, esta polarización, y el consiguiente repliegue aislacionista, amenaza con abocar al mundo a un camino de “desglobalización” que hace imposible enfrentarse a los grandes desafíos de nuestro tiempo, como el cambio climático.
“Vivimos en los extremos, a veces nos preocupamos de los extremos y subestimamos hasta qué punto las plataformas en las que nos apoyamos para resolver problemas se han erosionado”, avisó Steiner.