Redacción Deportes, 11 mar (EFE).- Los Bravos de Atlanta han manejado con cuidado la rodilla derecha del jardinero venezolano Ronald Acuña durante esta pretemporada, pero una vez esté de regreso lo dejarán mostrar su juego agresivo.
“Cuando me den el visto bueno, lo pondré nuevamente en el primer lugar de la alineación y lo dejaré ir”, dijo este lunes el dirigente Brian Snitker, desde North Port, Florida, donde los Bravos realizan sus entrenamientos de cara a la temporada de Grandes Ligas.
La posición de Snitker puede sorprender, debido a que Acuña no ha visto acción en un partido desde el 29 de febrero, cuando comenzó a experimentar dolor en la rodilla derecha, la cual fue reparada quirúrgicamente, y que al hacerle estudios se determinó que se debe a una rigidez que le ha afectado esa zona.
“Está progresando y haciendo todo lo que quieren que haga”, dijo Snitker, al respectó de los avances del proceso de recuperación de Acuña, quien ha expresado que se siente en condiciones de jugar, pero los Bravos se lo han impedido.
“Cuando el entrenador atlético principal George Poulis me lo diga, lo pondré allí”, sostuvo Snitker, sobre el regreso del vigente Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.
La pasada campaña Acuña inauguró el club 40-70 en jonrones y bases robadas, por lo que son conscientes de la velocidad y presión que le pone a sus piernas cuando están jugando, lo cual no planean cambiar en él, sino que apuestan que el lo haga según lo considere.
“Todavía es joven y todavía está en una edad en la que todavía puede robar muchas bases. Llegará un momento en el que disminuirá el ritmo por sí solo. Por ahora, sólo hay que dejar que un niño así se suelte y que juegue su juego”, explicó Snitker.