Denver (CO), 22 feb (EFE).- Una coalición de organizaciones denunció este jueves el cierre por parte de la municipalidad de Denver de un centro de alojamiento de emergencia en el que cientos de nuevos inmigrantes podían buscar refugio en días de muy bajas temperaturas, obligando así a familias enteras a permanecer en la calle.
La Red de Acción de Acceso a Viviendas de Denver (HAND, por su sigla en inglés) denunció que el llamado Coliseo de Denver, un centro de exposiciones que puede albergar a miles de personas, solo estuvo abierto por ocho días a pesar de las temperaturas bajo cero que se experimentan en esta época del año.
Se suponía que el centro de alojamiento brindaría abrigo las 24 horas del día, según había prometido el alcalde de Denver, Mike Johnston.
La decisión, indicó el funcionario, se tomó en respuesta a la “oleada de inmigrantes desde la frontera sur” desde noviembre de 2022. Se estima que desde entonces unos 38.000 inmigrantes (la mayoría venezolanos) llegaron a Denver, causando en un solo año un aumento del 5 % de la población de la ciudad, comparado con un promedio histórico de crecimiento anual de 1,9 %.
Además, dijo Johnston, el costo total de asistencia a esos inmigrantes llegaría a unos 180 millones de dólares anuales, es decir, casi el 5 % del presupuesto de Denver para 2024. En 2023, esa cifra llegó a 42 millones de dólares.
A pesar de esas cifras, HAND sostiene que Denver cumplir con el programa de albergues de emergencia durante el invierno, no sólo para inmigrantes sino para los desamparados en general.
“Se necesita un centro en el que las familias puedan permanecer juntas sin necesidad de separarse. Se trata de algo esencial porque sabemos que muchas familias no irán a un albergue, ni siquiera en una noche de frío invernal, si se las separa”, expresa el comunicado de HAND enviado a Efe.
La situación es tan grave que “HAND decidió usar fondos propios para pagar por dos noches de hotel para nueve personas desesperadas, que recién habían bajado de los buses que los transportaron a Denver y que no tenían la ropa apropiada para el invierno”, agrega el documento.
Por su parte, el Concejo Municipal de Denver comenzó el pasado 19 de febrero a debatir una modificación al presupuesto local para destinar 475.000 dólares para alimentar a los casi 2.900 inmigrantes que todavía están en los alojamientos municipales, duplicando así los fondos inicialmente destinados a ese propósito para 2024.
En ese contexto, la Conceja Jamie Torres pidió una mayor ayuda por parte del gobernador de Colorado, el demócrata Jared Polis.
“Si se tratara de cualquier otra persona, creo que aceptaría que no nos ayude. Pero este es un gobernador que creo que históricamente ha sido no sólo amigable, sino también acogedor con los inmigrantes y con quienes están aprendiendo inglés. Yo esperaba más de él”, afirmó Torres.