Washington, 15 feb (EFE).- Al menos 344 reclusos en prisiones federales estadounidenses murieron entre 2014 y 2021, 187 de ellos por suicidio, según un informe de la Inspectoría General del Departamento de Justicia divulgado este jueves.
El informe del inspector general, Michael Horowitz, desglosó las muertes entre los más de 155.401 reclusos en prisiones federal en cuatro categorías: suicidio, homicidio, accidente y las que fueron resultado de factores no determinados.
La población reclusa de las 122 prisiones federales de Estados Unidos constituye algo más del 10 % de los más de 1,2 millones de hombres y mujeres internados en instituciones penitenciarias del país, la población carcelaria más alta del mundo.
“Muchas de las muertes ocurrieron en circunstancias accidentales o no determinadas e involucraron sobredosis de drogas”, señaló el informe, y añadió que “la mayoría de estas muertes fueron por suicidios, seguidos por homicidios”.
“Encontramos que una combinación de violaciones reiteradas de políticas y fallos en las operaciones del Buró Federal de Prisiones contribuyó a los suicidios de los presos”, dice el documento.
El informé identificó, además, “deficiencias en las evaluaciones que el personal hace de los reclusos, lo cual impidió que algunas instituciones atendieran de manera adecuada los riesgos de suicidio”.
La inspección encontró asignaciones potencialmente inapropiadas de la atención de salud mental en algunos presos que luego murieron por suicidio, y que la mitad de los reclusos que se suicidaron estaban solos en una celda, algo que “aumenta el riesgo de suicidio”.
El informe resaltó “fallas significativas en las respuestas de emergencia del personal del Buró de Prisiones en casi la mitad de todas las muertes de presos que analizamos”.
“Estas carencias incluyeron desde la falta de urgencia en la respuesta a fallas en movilizar el equipo de emergencia apropiado, las comunicaciones radiales confusas y problemas en la administración de naloxona en los casos de sobredosis de opioides”, apuntó.