Washington, 5 feb (EFE).- El Pentágono afirmó este lunes que consiguió destruir la mayoría de los objetivos atacados el viernes en Siria e Irak en represalia por los ataques sufridos por sus tropas una semana antes en Jordania, cerca de la frontera siria, que mataron a tres militares.
“Nuestra evaluación actual es que tuvimos buenos resultados y que los ataques destruyeron o dañaron funcionalmente más de 80 objetivos en las siete instalaciones. Aún se está evaluando el número de víctimas”, dijo en una conferencia de prensa el portavoz del Pentágono, general de brigada Pat Ryder.
Estados Unidos bombardeó el viernes en Siria e Irak 85 objetivos en siete instalaciones vinculadas a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y a milicias proiraníes que operan en esos dos países.
Desde el bombardeo estadounidense del viernes, según el portavoz del Pentágono, las fuerzas estadounidenses han registrado dos ataques en su contra en la zona: uno el sábado, con el disparo de dos misiles sin que provocaran bajas o daños materiales, y otro el domingo con un dron, de nuevo sin que hubiera que lamentar daños.
“Hemos comunicado repetidamente a los iraquíes y a otros que nos reservamos el derecho de defender a nuestro personal de los ataques de militantes respaldados por Irán en Irak, que es lo que se hizo el viernes”, dijo Ryder.
Tanto el presidente, Joe Biden, como el secretario de Defensa, Lloyd Austin, dejaron claro el viernes que la respuesta estadounidense al ataque recibido no acababa ese día, sino que continuaría en el “momento y lugares” que consideraran oportuno.
“Si nuestras fuerzas se ven amenazadas o atacadas tomaremos las medidas apropiadas”, reiteró el portavoz del Pentágono un día después de que el ministro de Exteriores iraquí, Fuad Husein, subrayara que Irak “no es lugar para ajustar cuentas”.