Charleston (EE.UU.), 2 feb (EFE).- Las iglesias afroamericanas en Estados Unidos encarnan la unión entre lo político y lo sagrado. Su importancia está ligada a la cruda realidad de un país que estuvo segregado durante décadas y en el que esas congregaciones eran el único espacio donde la comunidad negra podía debatir en libertad.
Líderes como el reverendo Martin Luther King recurrieron a las iglesias bautistas y metodistas para impulsar el movimiento por los derechos civiles y, ahora, el presidente estadounidense, Joe Biden, vuelve a ellas en busca del apoyo necesario para vencer en las elecciones de noviembre a Donald Trump, favorito para ser el candidato republicano.
En menos de tres semanas, Biden ha visitado tres iglesias afroamericanas en Carolina del Sur, el estado que inaugurará este sábado al proceso de primarias demócratas y donde se espera que el 60 % de los votantes sean afroamericanos.
El primer templo que visitó fue Madre Emanuel en Charleston, la congregación afroamericana más antigua del sur de EE.UU. y donde el 17 de junio de 2015 un supremacista blanco mató a tiros a nueve feligreses e hirió a cinco.
Entre las víctimas mortales estaba el pastor Clementa C. Pinckney. Su sucesor, el reverendo Eric S.C. Manning, recibió a EFE en su despacho, repleto de cuadros, incluida la imagen de una paloma blanca y otra negra, unidas en señal de reconciliación.
Antes de empezar la entrevista, pidió leer un extracto de un sermón que pronunció hace una semana desde el púlpito: “Hoy, cuando nos acercamos a unas elecciones cruciales, es más importante que nunca que la iglesia afroamericana tenga fervor y esté lista para votar. Aprovechando su poder e influencia colectiva, puede determinar el futuro de nuestra nación y garantizar que las voces de la comunidad se escuchan fuerte y claro”.
La democracia en juego
Estados Unidos, en su opinión, se está jugando en noviembre tanto su democracia como su libertad.
A Manning le preocupa que vuelvan a repetirse imágenes como las del asalto al Capitolio de 2021, en el que simpatizantes de Trump irrumpieron en la sede parlamentaria para evitar que se certificara la victoria en las urnas de Biden, provocando la muerte de cinco personas mientras que cuatro policías se suicidaron posteriormente.
Esa turba agitó en el Congreso banderas confederadas, símbolo del racismo y la esclavitud en la Guerra Civil. A ese mismo símbolo de la Confederación recurrió el autor del tiroteo de Madre Emanuel, quien se fotografió en numerosas ocasiones con esa enseña y, antes del crimen, publicó un manifiesto racista para justificar sus acciones.
Dos días después del atentado, los seres queridos de las víctimas perdonaron públicamente al autor del tiroteo, condenado a cadena perpetua.
Manning cree que todas las personas “necesitan gracia, misericordia y perdón”, pero destaca la importancia de que haya un “tiempo de arrepentimiento” y, hasta ahora, Trump no ha expresado remordimientos ni por el asalto al Capitolio ni por los otros delitos de los que se le acusa.
El luto de Biden
La visión del reverendo sobre Biden es muy distinta. La relación entre el actual mandatario y Madre Emanuel comenzó en 2015 cuando el entonces presidente, Barack Obama (2009-2017), acudió a un servicio religioso en memoria de las víctimas del tiroteo.
Durante esa ceremonia, Obama entonó “Amazing Grace”, logrando que toda la congregación se pusiera de pie para transformar el dolor en música. Biden, presente entre el público, atravesaba un momento particularmente difícil ya que acababa de enterrar a su hijo Beau, fallecido por un tumor cerebral.
“Biden estaba atravesando un período de duelo. Su familia vino aquí en un momento en el que requería consuelo. Y él mismo ha dicho que llegó buscando brindar consuelo y, sin embargo, acabó recibiéndolo. Eso fue lo que estableció una conexión con esta iglesia”, explicó Manning.
El presidente, católico y que va a misa cada semana, ha elogiado el papel que las iglesias afroamericanas han jugado históricamente en la política y les ha pedido ayuda para confrontar el momento “tan oscuro” que vive Estados Unidos.
“La verdad está siendo atacada en Estados Unidos. También están siendo atacadas nuestras libertades, nuestra democracia”, afirmó en su discurso ante Madre Emanuel hace tres semanas.
“Y es que -enfatizó- sin luz, no hay verdad. Sin verdad no hay un camino que nos permita salir de la oscuridad”.
Beatriz Pascual Macías