Ciudad de Panamá, 27 ene (EFE).- Las autoridades migratorias de Panamá informaron este sábado que un nuevo grupo de 30 colombianos fue expulsado y deportado a su país de origen, la mayoría de ellos entraron a través del flujo migratorio en el Darién, la frontera común entre ambos países, pero no tienen “perfil humanitario”.
De los 30 colombianos, 23 fueron “deportados” por entrar a Panamá mediante “el flujo (migratorio) pero que no cumplían con el perfil humanitario ni con los requisitos para ingresar al país”, según la información oficial.
Y los otros 7 fueron “expulsados” por “estar vinculados a casos por posesión agravada de drogas, tráfico internacional de sustancias ilícitas y delitos contra el patrimonio económico”, destaca un comunicado del Servicio Nacional de Migración.
“La mayoría de estas personas querían ser parte del flujo migratorio irregular, pero no cuentan con perfil humanitario. Son personas infractoras de la ley migratoria y que pudieran ser consideradas como un peligro a la seguridad nacional y regional”, dijo en un video en redes sociales la subdirectora de migración María Isabel Saravia.
La subdirectora de migración dijo, según el comunicado, que “durante los primeros 27 días del año en curso, se han aplicado a 71 extranjeros las medidas de expulsión y deportación, siendo los países de Colombia y Venezuela las que mayor cantidad registran”.
“Este es el segundo vuelo en coordinación con el Servicio Nacional Aeronaval (este año) y el quinto grupo de vuelos chárter que hemos coordinado con Colombia”, agregó Saravia.
En noviembre pasado, las autoridades panameñas deportaron y expulsaron a un grupo de 30 colombianos en un vuelo chárter a su país de origen. La mayoría fueron detectadas como parte de ese flujo migratorio irregular que procede de Colombia.
El año pasado, 528 personas fueron deportadas y 175 expulsadas, siendo la mayoría de nacionalidad colombiana, según cifras de las autoridades migratorias de Panamá.
En 2023 cruzaron la peligrosa selva del Darién más 520.000 migrantes en su camino hacia Norteamérica, una cifra histórica que duplicó las 248.000 personas en tránsito de 2022, según estadísticas de las autoridades panameñas.