Ciudad de México, 22 ene (EFE).- La aspirante presidencial de la oposición mexicana Xóchitl Gálvez denunció este lunes en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fisel) el presunto desvío de fondos de Notimex, la extinta agencia federal de noticias, a la campaña de la oficialista Claudia Sheinbaum.
La denuncia se produce después de que la exdirectora de Notimex Sanjuana Martínez afirmó que la entonces secretaria del Trabajo y actual secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, le pidió un “moche” (soborno) del 20 % de las liquidaciones de los trabajadores de la agencia, que cerró en 2023, para la campaña de Sheinbaum.
Gálvez recordó que también presentó una denuncia ante el Instituto Nacional Electoral (INE), órgano al que acusó de “no hacer nada”, por lo que llevó el caso a la rama especializada del Ministerio Público.
“(Esta denuncia es) del uso indebido e ilegal de recursos públicos en beneficio de la candidata de Morena (Movimiento Regeneración Nacional)”, señaló ante los medios.
La opositora pidió, además de la comparecencia de Martínez, que “se investigue y se castigue de encontrarse culpables a los funcionarios que intentaron extorsionar a los trabajadores”.
Recordó que, a raíz de una reforma “a petición” del Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, los delitos electorales tienen “prisión preventiva forzosa”, por lo que los funcionarios señalados por la exdirectora de Notimex tendrían que ir a la cárcel, si es que se comprueba el desvío de recursos públicos.
“Es un caso típico de moche”, aseguró Gálvez, quien argumentó que “solo así se explica la cantidad” y el tipo de publicidad de la campaña de Sheinbaum.
En su opinión, sigue un ‘modus operandi’ para “hacerse de recursos de manera indebida”, al recordar que el excanciller y antiguo aspirante a candidato Marcelo Ebrard denunció en agosto pasado que Sheinbaum podría haberse beneficiado de recursos públicos para ganar simpatizantes y pagar encuestas en la contienda interna.
Finalmente, Gálvez aseguró que a su equipo le llegó la información de que se habría obligado, e incluso pagado, a los trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México, en manos del morenista Martí Batres, para que asistiesen a un “acto público” de Sheinbaum.
Matizó que se tendrán que “encontrar las pruebas” para demostrar la veracidad de la sospecha y subrayó que este caso no forma parte de la denuncia actual.
“A diferencia de mi cierre (de precampaña), que fue un tema más orgánico (…), aquí el acarreo (transporte forzoso de asistentes) es obligado, a la gente la amenazan con los programas sociales”, lamentó.
Gálvez y Sheinbaum se enfrentarán en las elecciones presidenciales del 2 de junio, cuando cerca de 97 millones de mexicanos están llamados a votar.