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Yajaira Machado | [email protected]
(Foto crédito: Heather Crawford)
La organización sin fines de lucro Who We Play For realizó en el estadio EverBank electrocardiogramas gratuitos a los estudiantes de 10 a 22 años de edad del condado de Duval con la finalidad de evitar que se incrementen las muertes por esta afección, estimándose que uno de cada 300 jóvenes tiene una anomalía cardíaca no detectada que podría ponerlos en riesgo de sufrir un paro cardíaco repentino y morir.
El paro cardíaco repentino es como un cortocircuito, como si el sistema eléctrico se descompusiera. El corazón deja de bombear sangre al cerebro, la persona se desmaya y no vuelve a despertarse.
PREPARADOS
Algunos médicos especialistas en el tema recomiendan que los niños comiencen a hacerse electrocardiogramas alrededor de los diez años para ayudar a detectar afecciones cardíacas potencialmente mortales.
En la mayoría de los casos de muertes por infartos repentinos, la víctima no presenta síntomas que generan alerta, no presenta dolor en el pecho, ni tiene dificultad para respirar. Puede ocurrirle a una persona joven aparentemente saludable, en buena forma física y que haga ejercicio.
PRUEBA
El electrocardiograma, también conocido como EKG o ECG, puede detectar diferentes afecciones cardíacas. Es una prueba sencilla, no invasiva que sólo lleva unos minutos realizarla, donde se le coloca a la persona unos cables con pegatinas y se presiona un botón mientras permanece acostado.
Según Who We Play For, el paro cardíaco repentino es la causa número uno de muerte en los campus escolares. Nueve de cada 10 personas no sobreviven si esto sucede fuera del entorno hospitalario.
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