Washington, 11 ene (EFE).- Estados Unidos, el Reino Unido y otros ocho países justificaron este jueves que la acción militar lanzada contra objetivos de los rebeldes hutíes en Yemen demuestra el compromiso conjunto en favor de la libertad de navegación.
En un comunicado conjunto, esas diez naciones subrayaron que esa acción se ha producido igualmente en defensa del comercio internacional y de quienes transitan por las aguas del mar Rojo, por donde circula casi el 15 % del comercio marítimo global.
El presidente estadounidense, Joe Biden, había anunciado hoy que bajo su dirección las fuerzas militares estadounidenses, junto con el Reino Unido y el apoyo de Australia, Bahréin, Canadá y los Países Bajos, llevaron a cabo con éxito ataques contra varios objetivos en Yemen utilizados por los rebeldes hutíes.
En el comunicado conjunto, a esas seis naciones se sumaron Dinamarca, Alemania, Nueva Zelanda y Corea para subrayar que esa acción se enmarca dentro del derecho individual y colectivo a la autodefensa.
“Las más de dos docenas de ataques de los hutíes a buques comerciales desde mediados de noviembre constituyen un desafío internacional”, indicaron en ese alegato, donde apuntaron que su respuesta buscaba degradar la capacidad de los hutíes para “amenazar el comercio global”.
Un funcionario de la Administración añadió en una llamada con la prensa que EE.UU. espera que este jueves por la noche o mañana lleguen más declaraciones de apoyo a la acción militar emprendida.
Esos diez primeros países firmantes apuntaron que su objetivo sigue siendo “reducir las tensiones y restaurar la estabilidad en el mar Rojo”.
“Pero dejemos que nuestro mensaje sea claro: no dudaremos en defender vidas y proteger el libre flujo del comercio en una de las vías marítimas más críticas del mundo frente a las continuas amenazas”, sostuvieron.
En una nota aparte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, precisó que entre los sitios atacados este jueves hay enclaves vinculados con drones no tripulados, misiles balísticos y de crucero, radares costeros y equipamiento de vigilancia aérea de los hutíes.
En apoyo de los palestinos de la Franja de Gaza, los rebeldes chiíes hutíes, respaldados por Irán, han estado atacando en el mar Rojo desde el 19 de noviembre a embarcaciones que, según dicen, están relacionadas a Israel.
El último ataque hutí, que no provocó daños, tuvo lugar este mismo jueves. Esos rebeldes lanzaron un misil balístico con el objetivo de golpear las rutas de navegación del Golfo de Adén, una vía estratégica para el transporte del petróleo proveniente del golfo Pérsico.
El secretario de Defensa apuntó que la acción emprendida en su contra por esa coalición de países “comprometidos con la defensa del orden internacional basado en reglas” demostró ese compromiso compartido de defender a los buques estadounidenses e internacionales “que ejercen derechos y libertades de navegación contra ataques ilegales e injustificables”.
La tensión en la zona ha hecho que las principales navieras a nivel mundial continúen ajustando sus rutas para evitar transitar por esta vía marítima, por donde transita el 8 % del comercio mundial de cereales, el 12 % del comercio de petróleo y el 8 % del comercio mundial de gas natural licuado.