Ciudad de México, 22 dic (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reveló este viernes que recibirá el 27 de diciembre a la delegación estadounidense liderada por el secretario de Estado, Antony Blinken, para abordar el aumento de la migración.
En su conferencia diaria, celebrada en Salina Cruz, en el sureño estado de Oaxaca, López Obrador puso en valor la “relación de amistad” entre México y Estados Unidos, demostrada con la llamada que tuvo el jueves con el presidente estadounidense, Joe Biden.
“Vamos a tener una reunión en el Palacio Nacional el día 27 de este mes. Viene el secretario de Estado, Blinken; la señora Elizabeth (Sherwood), encargada de Seguridad, y también el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas”, detalló.
El jefe de la diplomacia estadounidense estuvo en octubre por última vez en Ciudad de México, donde se reunió con López Obrador y altos cargos del Gobierno mexicano para abordar la crisis de tráfico de fentanilo y los flujos migratorios.
En el encuentro de la semana próxima, según el gobernante mexicano, se abordarán los asuntos que los dos mandatarios conversaron telefónicamente: aspectos económicos; las relaciones con Venezuela o Cuba; el comportamiento “racista” del gobernador de Texas, Greg Abbott, y, sobre todo, el aumento de la migración.
Este diciembre, cuando se han registrado cifras históricas de personas que buscan entrar a EE. UU. en la frontera con México, las autoridades estadounidenses clausuraron el paso de trenes en las ciudades fronterizas de Eagle Pass y El Paso (Texas) y el puerto de entrada de Lukeville (Arizona) en respuesta a este repunte.
El lunes pasado, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos procesó los casos de más de 10.800 personas, la mayor parte de ellos solicitantes de asilo, según datos recopilados por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, en inglés).
“Se nos presenta una situación extraordinaria porque aumentó el número de migrantes que pasan por nuestro país con el propósito de llegar a Estados Unidos”, reconoció López Obrador, quien apostó por “trabajar juntos”.
Así, celebró que se esté “usando la política” en las relaciones del gigante norteamericano con Venezuela, país con el que “se está llegando ya a arreglos”, para “evitar la confrontación”, una decisión que “también ayuda” a reducir el flujo migratorio.
Además, pidió que la Administración de Biden “atienda las diferencias con Cuba”.
Finalmente, López Obrador se mostró comprometido con “reforzar” las medidas de contención en el sur de México, en combinación con dos otras políticas.
La primera, apostar por el “plan de desarrollo para los pueblos de América Latina y el Caribe”, y la segunda, “seguir ayudando a resolver problemas de índole política” que “alimentan” la migración en busca de una vida mejor. EFE
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