Washington, 2 ago (EFE).- Los ciudadanos del estado de Kansas tienen en sus manos pronunciarse si la constitución estatal debe seguir protegiendo el aborto en un referéndum que se celebra este martes, la primera votación de este tipo desde que el Tribunal Supremo estadounidense eliminara el derecho federal al aborto.
Este es el primer referéndum que un estado estadounidense celebra después del fallo del Supremo que anuló la sentencia “Roe contra Wade”, que eliminó el derecho federal al aborto y otorgó a los estados la facultad de legislar sobre el tema.
La consulta, que se celebra coincidiendo con las elecciones primarias que se celebran en Kansas -junto con otros estados- este martes, abrirá la puerta a que el Gobierno estatal legisle para regular la práctica, que ahora es legal hasta las 22 semanas, y es especialmente relevante porque podría sentar un precedente para otros estados.
Pese a tener una gobernadora demócrata, Laura Kelly, el central estado de Kansas tiene una gran tradición republicana y este partido controla las oficinas del fiscal general, del secretario de estado y ambas cámaras de la legislatura estatal.
Además, en las presidenciales también dominan los republicanos y Donald Trump fue el candidato a la presidencia favorito en las dos últimas elecciones, con el 56 % de los votos.
La consulta de este martes ha sido duramente criticada por las organizaciones civiles, que han denunciado que el texto de la pregunta no es suficientemente claro, en un intento de “desinformar y confundir por parte de quienes se oponen al aborto”, denunció la organización Planned Parenthood.
“Hemos visto durante este proceso mucha confusión en torno a la pregunta que se somete a votación, y sobre la fecha en la que se está realizando esta consulta”, apuntó Emily Wales, presidenta de la organización, en un comunicado.
Wales aludía así al hecho de que la consulta se celebre un martes de agosto, pero también a la pregunta planteada, que presta a confusión según las organizaciones en favor del derecho al aborto, que consideran que puede llevar a votantes que quieren proteger ese derecho a votar erróneamente.
Los votantes de Kansas tienen que decidir si se modifica la constitución estatal que permite al Gobierno financiar y garantizar esta práctica.
En el caso de un “sí” a la reforma constitucional será el legislativo estatal el encargado de aprobar leyes sobre el procedimiento, que podrían apostar por una mayor restricción de tiempos o excepciones o por la prohibición total, como está sucediendo en otros estados.
Si los ciudadanos de Kansas dicen “no” a la reforma, la constitución estatal quedaría sin cambios y los abortos de hasta 22 semanas seguirían siendo legales, aunque los legisladores aún podrían aprobar leyes restrictivas.
Desde que el 24 de junio el Tribunal Supremo -con una mayoría conservadora de seis jueces frente a tres liberales- acabara con la protección federal del derecho al aborto (vigente desde 1973 gracias a la sentencia “Roe contra Wade”), muchas mujeres de estados como Texas, Oklahoma y Missouri han viajado a Kansas para poder abortar, ante las restricciones impuestas en estos estados.