Washington, 7 dic (EFE).- El periodista ecuatoriano Arturo Torres fue premiado este jueves como “campeón anticorrupción” por el Departamento de Estado de Estados Unidos por “sus décadas de investigación sobre corrupción y crimen organizado”.
Así lo expresó en la ceremonia de entrega el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, quien reconoció a un total de 11 “líderes anticorrupción” por defender “la transparencia, la rendición de cuentas, la integridad y la buena gobernanza en todo el mundo”.
“Las historias de los premiados nos recuerdan que las acciones individuales pueden marcar la diferencia”, aseguró Blinken en la entrega de unos premios que se crearon en 2021 para mostrar “la solidaridad de Estados Unidos y el compromiso de la Administración de Biden” contra la corrupción.
Hasta la fecha, 32 personas han sido reconocidas por sus esfuerzos para “promover la rendición de cuentas en sus países”.
En esta edición, el periodista Arturo Torres, fundador y director del portal de investigación Código Vidrio, fue distinguido por “su tenacidad al desenmascarar tramas corruptas y casos de explotación de recursos naturales mediante el periodismo de investigación”, señaló Blinken.
Torres, que también colabora con medios como The Washington Post, The New York Times o Vice News, ya había ganado premios por investigar la corrupción en América Latina y formó parte del equipo que investigó los Papeles de Panamá.
El Departamento galardonó también a la comunicadora panameña Annette Planells por su liderazgo en “campañas de la sociedad civil y del movimiento anticorrupción del país” a través de colectivos como Movimiento Independiente, una ONG “en beneficio de Panamá” de la que es parte de la junta directiva.
Los otros premiados son Stanislau Ivashkevich, de Bielorrusia; Jean-Claude Mputu, de la República Democrática del Congo; Nikhil Dey, de la India; Ali (Mukhammedali) Toktakunov, de Kirguistán; Marc N. Kollie, de Liberia; Veronica Mihailov-Moraru, de Moldavia; Vladimir Novović, de Montenegro; Francisco Belo Simões da Costa, de Timor Oriental, y May De Silva, de Seychelles.
“Los premiados reavivan la fe de los ciudadanos sobre su capacidad para hacer que los gobiernos y las instituciones cambien”, concluyó el secretario de Estado.