Washington, 7 dic (EFE).- El sindicato United Auto Workers (UAW) anunció este jueves que más de 1.000 empleados de la planta de montaje de Volkswagen en Chattanooga (EE.UU.), un 30 % de su plantilla, han solicitado sindicarse menos de una semana después de iniciar el proceso.
Los trabajadores de VW en Chattanooga, la única planta de montaje del fabricante alemán en Estados Unidos, intentarán ahora que al menos un 70 % de la plantilla exprese su intención de sindicarse para que la empresa reconozca a UAW como el representante de los empleados.
El intento de sindicar a los trabajadores de VW se produce después de que UAW arrancase importantes concesiones a General Motors (GM), Ford y Stellantis tras seis semanas de huelga en decenas de centros de trabajo de los tres fabricantes estadounidenses.
Tras alcanzar acuerdos con GM, Ford y Stellantis para la firma de sus nuevos convenios colectivos, el presidente de UAW, Shawn Fain, anunció el 4 de noviembre que su próximo objetivo era sindicar a los trabajadores del resto de grandes fabricantes de automóviles en el país.
En Estados Unidos, donde es necesario que una mayoría de empleados vote a favor de unirse a un sindicato para que los centros de trabajo puedan ser sindicalizados, sólo las plantas de GM, Ford y Stellantis están representadas por UAW.
En el resto de plantas de montaje del país, operadas por las japonesas Toyota, Honda, Nissan, Subaru y Mazda, las surcoreanas Hyundai y Kia, las alemanas Mercedes-Benz, VW y BMW, así como las de la estadounidense Tesla, los trabajadores no pertenecen a sindicatos.
Ante el temor que el éxito de UAW en sus negociaciones con los tres grandes fabricantes estadounidenses, que aceptaron aumentar los salarios a sus trabajadores un 25 % en los próximos cuatro años, motive a otros trabajadores a unirse al sindicato, empresas como Toyota y VW anunciaron recientemente que subirán sus sueldos un 11 %.
Uno de los trabajadores de VW en Chattanooga que está organizando la sindicalización de la planta, Steve Cochran, aseguró en un comunicado que muchos jóvenes empleados de la planta “quieren respeto”.
“No aceptan el maltrato por parte de sus jefes. Ven lo que está pasando en Starbucks y Amazon. Saben que levantarse para unirse a un sindicato es como se obtiene un tratamiento ecuánime, un salario justo y una mejor vida”, explicó.