Ciudad de México, 7 dic (EFE).- La agencia Fitch ratificó este jueves la calificación crediticia de México en “BBB-” con perspectiva “estable”, aunque ve un aumento en el déficit fiscal para el 2024.
“La calificación de México está respaldada por un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y sólidas y una deuda gubernamental/PIB que se proyecta se mantendrá por debajo de la mediana ‘BBB’”, indicó la calificadora en su reporte.
Al comienzo de la pandemia y la crisis internacional de los precios del petróleo, en marzo y abril de 2020, las tres grandes calificadoras internacionales, Standard & Poor’s (S&), Fitch y Moody’s, bajaron la calificación crediticia de México.
Desde entonces Fitch la ha mantenido en BBB- y S& en BBB, pero Moody’s la rebajó hace un año a Baa2 ante tendencias fiscales y económicas que “persistentemente socavan” el perfil crediticio del país, según explicó entonces.
Fitch pronosticó este jueves que el PIB de México crecerá 3,4 % este 2023 tras haberse elevado un 3,2 % en 2022, aunque prevé una desaceleración de hasta 2,4 % en 2024
La calificadora comentó, sin embargo, que prevé un aumento del déficit fiscal del Gobierno el próximo año, que entre otros factores también se verá influenciado por mayores gastos relacionados con las elecciones presidenciales de junio.
“La agencia pronostica que el déficit más amplio contribuirá a un aumento de la deuda del gobierno general en relación con el PIB al 47,7% en 2024 desde el 44,9% de este año y un aumento constante en el mediano plazo, pero se espera que se mantenga por debajo de la mediana ‘BBB’ (actualmente 56 %) a lo largo del horizonte de pronóstico”, enfatizó.
Sin embargo, no anticipó que una perturbación política “importante” durante el ciclo electoral pueda afectar negativamente las perspectivas de crecimiento para 2024 y previó cambios políticos limitados si el gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), gana las elecciones.
Desde su perspectiva, la economía mexicana continuará beneficiándose por la llegada de empresas extranjeras, un fenómeno conocido como nearshoring, y por una solidez en el consumo de la población.