Washington, 1 ago (EFE).- El Tribunal Supremo de Justicia de EE.UU. debería respaldar la capacidad de las universidades de considerar la “raza” en el trámite de revisión de solicitudes de ingreso, urgió este lunes la Unión de Libertades Civiles (ACLU).
El tribunal tiene ante sí dos demandas contra la Universidad de Harvard y la Universidad de Carolina del Norte por el uso de ese factor, considerado por los demandantes discriminatorio, en la evaluación de los estudiantes que solicitan la admisión.
Según ACLU, esa política “promueve los valores de la libertad académica y la protección igualitaria”.
“Ponerle fin a la consideración de la raza en las admisiones universitarias ignoraría el desafío presente en el país de la desigualdad racial y amenazaría la diversidad y la inclusión en los campus”, sostuvo Sarah Hinger, abogada de ACLU.
“Las prácticas de admisión que toman en cuenta la raza ayudan a crear un cuerpo estudiantil diverso y enriquecen las experiencias educativas de todos los estudiantes”, añadió Hinger.
En enero pasado el Tribunal Supremo aceptó ocuparse de dos demandas iniciadas contra las universidades de Harvard y Carolina del Norte por la organización Estudiantes por la Admisión Justa.
La querella contra la Universidad de Carolina del Norte cuestiona la consideración de la “raza” del estudiante que solicita admisión para dar preferencia a los solicitantes afroamericanos, hispanos o indígenas americanos en detrimento de los blancos y los asiáticos.
En el caso de Harvard los demandantes sostienen que la universidad discrimina en perjuicio de un grupo minoritario, los alumnos de ancestro asiático, para favorecer a otros grupos minoritarios.
La última vez que el Tribunal Supremo se ocupó de la discriminación racial en la admisión universitaria fue en 2016 cuando los jueces validaron el uso de ese criterio en la Universidad de Texas en Austin.
Pero desde entonces la composición del Supremo ha cambiado y hay ahora una sólida mayoría conservadora de seis magistrados, tres de los cuales ya habían votado en 2016 contra la Universidad de Texas.
En 2003 por primera vez el Tribunal Supremo validó los criterios de admisión usados para lograr la “diversidad” en las admisiones de la Escuela de Leyes de Michigan.
La jueza Sandra Day O’Connor, quien entonces escribió el dictamen de la mayoría, afirmó que esperaba que “dentro de 25 años el uso de las preferencias raciales ya no será necesario para promover el interés ahora aprobado”.