Washington, 18 oct (EFE).- La elección del nuevo liderazgo de la Cámara Baja de Estados Unidos está en manos de una veintena de republicanos que se niegan a respaldar a Jim Jordan, candidato del ala dura del partido que tiene el apoyo del expresidente Donald Trump (2017-2021).
Las dos votaciones efectuadas hasta el momento para suceder a Kevin McCarthy demuestran que el actual líder del Comité Judicial de ese hemiciclo no solo no gana apoyos, sino que los pierde: el martes 20 de sus compañeros se decantaron por candidatos que ni siquiera habían postulado y este miércoles lo hicieron 22.
“Con los ojos del mundo puestos sobre ellos, los republicanos de la Cámara de Representantes continúan encontrando nuevas formas de avergonzarse a sí mismos y burlarse de la Cámara del Pueblo. Tenemos sólo un recordatorio para ellos: el objetivo es ganar más votos, no menos”, dijo hoy el portavoz del Comité Nacional Demócrata y director de medios hispanos, Marco Frieri.
El candidato demócrata, Hakeem Jeffries, líder de la minoría, ha logrado estos dos días el respaldo de los 212 congresistas de su bancada, cinco menos del mínimo necesario para hacerse con un puesto que lleva vacante desde que el 3 de octubre McCarthy fue depuesto tras una moción en su contra presentada por el radical Matt Gaetz.
El ambiente en uno y otro bando de la Cámara Baja es un buen termómetro de la situación: silencio entre los republicanos cada vez que el resultado confirma un nuevo bloqueo y aplausos entre los demócratas.
El conservador Mike Garcia, que en los dos votos ha respaldado a Jordan, apeló este miércoles a su partido a reconsiderar la estrategia para no volver a someterse al escarnio público en sucesivas votaciones.
“Tenemos que encerrarnos en una habitación, tener una discusión y ver si hay un candidato de consenso que puede que no sea perfecto, pero sí alguien que nos pueda representar”, dijo a la prensa finalizado el segundo voto.
Hay voces que reclaman ya dar más poderes al actual presidente interino, Patrick McHenry, designado por McCarthy, para que en este tiempo la Cámara Baja pueda mantener su funcionamiento y aprobar resoluciones o proyectos de ley.
Una idea que es “interesante” pero que solo sería una solución “temporal”, advirtió Garcia.
El pasado enero a McCarthy le costó 15 intentos votaciones conseguir el liderazgo, haciendo historia al ser la primera vez que una elección de ese tipo no se lograba a la primera.
En aquella ocasión fueron los radicales quienes le bloquearon el acceso y ahora son los detractores de que un representante del ala más liberal esté al frente.
En lugar de Jordan, tanto este martes como hoy hubo votos dirigidos entre otros a McCarthy o a Steve Scalise, el actual “número dos” del partido en la Cámara Baja y que aunque en un primer momento fue el candidato republicano al puesto se retiró de la contienda la semana pasada ante la falta de apoyos.
El legislador Steve Womack dio este miércoles su apoyo a Scalise y denunció presiones de su propia bancada contra todos aquellos que no respaldan a Jordan.
“Es obvio que la estrategia ha sido de ataque, ataque, ataque contra los miembros que no estén de acuerdo. Atácalos hasta la sumisión”, dijo a la prensa mientras en las redes hay quien los califica ya de traidores.
Jeffries, que este martes abogó por una solución bipartidista para desbloquear la situación, se pronunció hoy de nuevo en esa línea: “Ha llegado la hora de que los republicanos de la Cámara Baja rechacen el extremismo y adopten el bipartidismo”, indicó en X (anteriormente Twitter).