Washington, 17 oct (EFE).- El líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja de Estados Unidos, Hakeem Jeffries, confió este martes en que se pueda llegar a una solución bipartidista para elegir al nuevo líder de ese hemiciclo, después de que la primera votación efectuada hoy fracasara.
Jeffries logró 212 votos y el republicano Jim Jordan, candidato de la mayoría, otros 200 votos, 17 menos de los necesarios para hacerse con ese puesto que está vacante desde que el 3 de octubre el también conservador Kevin McCarthy fue destituido por una moción en su contra presentada por el radical Matt Gaetz.
La Cámara Baja programó un nuevo voto al respecto para este miércoles a partir de las 11.00 hora local (15.00 GMT).
“Buscamos un camino adelante bipartidista que sea auténtico y genuino”, indicó Jeffries a la prensa, asegurando que esa solución no está centrada de momento en ningún candidato en concreto, sino en la manera de desbloquear una situación de la que culpa a los republicanos y que califica de “increíble e inaceptable”.
El líder de la minoría demócrata afirmó que desde el pasado enero, fecha del inicio del nuevo ciclo parlamentario, su bancada ha demostrado estar preparada y dispuesta a encontrar “un terreno común” desde el que mejorar la vida de los estadounidenses, que se aplica también a este caso.
“Nuestro foco ahora mismo no está en ningún individuo, sino en reabrir la institución”, dijo Jeffries, no sin dejar claro que su partido no apoyará a Jordan, aliado del expresidente Donald Trump (2017-2021) y representante del ala más liberal de los republicanos.
A Jordan, presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, le fallaron este martes 20 de sus colegas republicanos, que votaron por legisladores que ni siquiera habían postulado, como McCarthy o el primer aspirante republicano para sucederle, Steve Scalise, entre otros.
Los republicanos tienen en la Cámara Baja 221 escaños y los demócratas otros 212. Jeffries subrayó ante la prensa que no ponen en cuestión esa mayoría, alegando que su grupo no es un “negacionista electoral”.
“Pero los republicanos son incapaces de funcionar por sí mismos en estos momentos, así que solo hay dos vías: o te sigues arrodillando ante los miembros más extremistas de tu partido, que no están interesados en gobernar, o te asocias con los demócratas para trabajar en pro de los estadounidenses”, dijo.
La presidencia interina está en manos del conservador Patrick McHenry, pero hasta que no haya un nuevo “speaker”, tal y como se conoce a ese puesto en inglés, no se pueden aprobar nuevas resoluciones o proyectos de ley en un momento en que deben cerrarse los presupuestos del actual año fiscal y en que está pendiente autorizar más ayuda a Ucrania o a Israel.