Redacción Deportes, 5 sep (EFE).- Justin Herbert, quarterback de Los Angeles Chargers, arrancará la temporada 2023 como el jugador mejor pagado de la NFL, por encima de estrellas como el dos veces ganador del Super Bowl, Patrick Mahomes, de los Kansas City Chiefs, considerado el mejor mariscal de campo, en activo.
La carrera por ser el jugador que más gana en la liga en este 2023 ha cambiado de líder en tres ocasiones.
El pasado 17 de abril los Philadelphia Eagles anunciaron un acuerdo por cinco años y 255 millones de dólares con Jalen Hurts, el ‘quarterback’ de 25 años que los llevó al Super Bowl LVII, el de la pasada campaña, en el que cayeron ante los Chiefs de Mahomes.
Los 51 millones de dólares anuales que le dieron a Hurts la etiqueta del mejor remunerado en la liga le duró 10 días.
El 27 del mismo mes Lamar Jackson firmó con los Baltimore Ravens por un lustro a cambio de 260 millones de dólares; 52 millones anuales que lo colocaron en la cima, una barrera que parecía inquebrantable, al menos este 2023.
Pero el 25 de julio apareció Herbert y su extensión de cinco años por 262.5 millones que lo ubicaron en la cúspide de millonarios de la NFL con un salario anual de 52.5 millones.
Ni Herbert, ni Jackson, ni Hurts poseen un anillo de Super Bowl, algo que de todas maneras no frenó la inflación en el mercado de ‘quarterbacks’ en el que Mahomes, con dos anillos de campeón, doble designación de Jugador Más Valioso de la temporada y del Super Bowl, se ha visto rezagado.
Mahomes ocupa la séptima posición entre los mejor pagados de la liga con 45 millones de dólares anuales. Una lista en la que los primeros 14 son ‘quarterbacks’.
El primer no mariscal de campo en esta elite es el tackle defensivo Aaron Donald, de Rams, con un sueldo de 31.6 millones cada 365 días. En su posición le siguen Quinnen Williams de los Jets con 24 millones, y Jeffery Simmons, de Titans, 23.5.
La lista de los receptores mejor remunerados la encabeza Tyreek Hill, de Dolphins, con 30 millones de dólares al año; atrás aparecen Davante Adams, de Raiders, con 28, y Cooper Kupp, Rams, 26.7.
Entre los alas cerradas Thomas James Hockenson, de Vikings, reventó el mercado el pasado 31 de agosto con una extensión de cuatro años por 68.5 millones que lo colocaron en la cima de su posición con 17.1 millones anuales, por delante de Darren Waller de los Giants, 17 millones, y de George Kittle, de 49ers, 15.3.
Una de las posiciones más exigentes es la de apoyador en la que reina T.J. Watt, cazador de quarterbacks de los Steelers, quien percibe 28 millones de dólares al año, seguido de Joey Bosa y Khalil Mack, de Chargers, con 27 y 23.5 millones al año, respectivamente.
Las alas defensivas más destacadas están lideradas por Myles Garrett, de Browns, con 25 millones; Maxx Crosby, Raiders, 23.5; y Leonard Williams, Giants, 21.
Los hombres que defienden el lado ciego del quarterback también presumen remuneraciones suntuosas. Laremy Tunsil, tackle izquierdo de Texans, gana 25 millones anuales; dos más que Trent Williams, 49ers, y David Bakhtiari, Packers, con 23 millones, cada uno.
Entre los corredores, que se han quejado por tener en promedio los salarios más bajos sólo por encima de los pateadores, encabeza el listado Alvin Kamara, de Saints, con 15 millones al año; Christian McCaffrey, 49ers, 16; y Derrick Henry, Titans, 12.5.
El veterano Justin Tucker de Ravens es el pateador mejor pagado de la NFL con seis millones de dólares anuales; seguido de Matt Gay, de Colts, 5.6 millones; y Jason Myers, Seahawks, 5.2.