Miami, 27 jul (EFE).- La aerolínea estadounidense Spirit, con sede en el estado de Florida, anunció este miércoles que no seguirá adelante con el acuerdo de fusión con la compañía Frontier, pero que mantiene negociaciones con JetBlue de cara a una posible alianza.
Spirit, en un escueto comunicado, dio a conocer el fin del acuerdo de fusión que mantenía con Frontier Group Holdings, empresa matriz de Frontier Airlines.
La decisión hoy anunciada llega después de que a mediados del pasado junio Spirit hiciera público que prolongaría la toma de una decisión sobre la oferta de compra por parte de su competidora JetBlue y el posible acuerdo de fusión con Frontier.
“Si bien estamos decepcionados de haber tenido que terminar nuestra propuesta de fusión con Frontier, nos sentimos, sin embargo, orgullosos del trabajo dedicado por nuestro equipo en los últimos meses”, dijo el presidente y director ejecutivo de Spirit Airlines, Ted Christie.
“En el futuro, la Junta Directiva de Spirit continuará las negociaciones en curso con JetBlue mientras buscamos el mejor camino a seguir para la empresa y nuestros accionistas”, subrayó Christie.
El comunicado recuerda que en el acuerdo fallido con Frontier, las entidades Barclays y Morgan Stanley se desempeñaron como asesores financieros, mientras que Debevoise & Plimpton LLP y Paul, Weiss, Rifkind, Wharton & Garrison LLP estuvieron a cargo del apartado legal.
Medios estadounidenses señalan que los accionistas de Spirit finalmente votaron este miércoles sobre el acuerdo con Frontier, después de que la compañía con sede en Miramar, localidad del sur de Florida, pospusiera por cuatro ocasiones la votación de sus accionistas sobre el acuerdo.
La dirección de Spirit trató de reunir suficiente apoyo entre los accionistas para la posible fusión con Frontier, que las aerolíneas anunciaron por primera vez en febrero.
Según medios estadounidenses, JetBlue durante semanas instó a los accionistas de Spirit a rechazar un posible acuerdo de Frontier.
Los directivos de Spirit habían rechazado repetidamente las propuestas de JetBlue, argumentando que era poco probable que los reguladores estadounidenses aprobaran el acuerdo.
Las tres aerolíneas envueltas en las negociaciones habían destacado que un acuerdo les ayudaría a competir con las cuatro principales compañías del sector de EE.UU., que son American Airlines, Delta, United y Southwest, empresas que controlan alrededor de las tres cuartas partes del mercado aéreo nacional.
Spirit había expresado su preocupación por una posible adquisición de JetBlue debido a la alianza de la aerolínea con sede en Nueva York con American Airlines en el área noreste de EE.UU.
El pasado 6 de junio, JetBlue mejoró su oferta tras ver rechazada una presentada el 2 de mayo en la que proponía adquirir Spirit por 3.600 millones dólares en efectivo, con miras a impedir su fusión con Frontier.
Inicialmente, JetBlue ofrecía 30 dólares por título a los accionistas de Spirit Airlines y, tras el rechazo, subió su oferta a 31,5 dólares.