Redacción EFE News, 5 sep (EFE).- El Senado de Texas rechazó este martes todos los esfuerzos del fiscal Ken Paxton para desestimar las acusaciones del juicio político en su contra y evitar ser el primer funcionario elegido en enfrentar un procedimiento de destitución en más de un siglo en ese estado.
Paxton se encuentra suspendido de su cargo desde que la Cámara de Representantes de Texas, liderada por los republicanos, votó en mayo pasado en favor de someterlo a un juicio político por 20 cargos de corrupción.
Paxton, cercano a la figura del expresidente Donald Trump (2017-2021), ha estado bajo investigación de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) durante varios años por usar presuntamente su cargo para ayudar a un donante millonario y perseguir a personal de su oficina que denunció irregularidades.
Las mociones presentadas por la defensa de Paxton pretendían echar abajo los cargos, pero ninguno de los alegatos progresó.
El fiscal necesitaba contar solo con una mayoría simple, pero el mayor apoyo que recibió en una moción de desestimación fue de 10 de 31 senadores. El Senado de Texas está conformado por 31 legisladores (19 republicanos y 12 demócratas), incluida la esposa del fiscal, Angela Paxton, quien no puede votar en este proceso.
Paxton ha sido uno de los combatientes legales más destacados del Partido Republicano y en 2020 fue uno de los que pidió a la Corte Suprema de Estados Unidos revocar la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales frente a Trump.
También ha liderado la mayoría de las demandas contra las medidas que favorecen a los inmigrantes indocumentados, como el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que aún está en litigio.
Conocido en inglés como “impeachment”, el juicio político es un proceso por el cual se cuestiona la integridad o la capacidad de alguien que desempeña un cargo público.
Solo dos funcionarios en los casi 200 años de historia de Texas han sido llevados a juicio político: un gobernador en 1917 y un juez de distrito en 1976.