Ciudad de México, 30 ago (EFE).- El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) pidió este miércoles “redoblar esfuerzos” para encontrar a las personas desaparecidas en México y Centroamérica, región que atraviesa una crisis de desapariciones.
En el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, la Delegación Regional para México y Centroamérica del CICR pidió en un comunicado que los Estados “reconozcan y atiendan la dolorosa realidad que miles de familias enfrentan a diario” por tener a un familiar desaparecido.
“Es necesario redoblar y mantener los esfuerzos para buscar a las personas desaparecidas y dar respuestas individualizadas sobre su suerte y paradero a sus familias”, declaró Jérémy Renaux, coordinador regional del programa de Personas Desaparecidas para México y América Central del CICR.
México vive una crisis histórica con más 110.000 personas desaparecidas desde que hay registro, lo que refleja una persistente crisis relacionada con la violencia y el crimen organizado.
Mientras que organizaciones civiles contabilizan, con base en datos de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), que en México han desaparecido más de 1.800 migrantes, en su mayoría de Centroamérica.
A nivel internacional, un registro propio del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja contabilizó más de 195.000 personas desaparecidas por conflictos armados, violencia, migraciones y desastres, casos registrados a través de su Agencia Central de Búsqueda con sede en Ginebra, Suiza.
Aunque la CICR advirtió que “esta cifra, al igual que la mayoría de los registros existentes, apenas raspa la superficie de la magnitud del problema y no refleja el sufrimiento de las familias afectadas”.
“Queremos que las familias sepan que no están solas, que no olvidamos a sus seres queridos, y que seguiremos trabajando con los Estados para que hagan todo lo que esté en sus manos para dar respuestas a las familias de las personas desaparecidas”, indicó Renaux.
La organización internacional enunció medidas que los países deberían adoptar, como consolidar sus marcos normativos y prevenir la ruptura de la unidad familiar mediante el mantenimiento del contacto entre familiares separados.
También sugirió la gestión adecuada de los cuerpos de personas fallecidas no identificadas y no reclamadas, y la creación o fortalecimiento de mecanismos capaces de activar la búsqueda inmediata en vida de las personas desaparecidas.