Washington, 9 ago (EFE).- Una enfermera estadounidense y su hijo han sido liberados en Haití tras dos semanas de secuestro, informó la organización religiosa Roi Haití para la que ella trabaja.
“Es con un corazón lleno de gratitud y una alegría inmensa que en El Roi Haití confirmamos la liberación de nuestro miembro del personal y amiga, Alix Dorsainvil, y su hijo, quienes fueron retenidos como rehenes en Puerto Príncipe, Haití”, anunció en su web el grupo religioso.
Dorsainvil y su hijo fueron secuestrados a finales de julio cuando ella estaba trabajando en unas instalaciones de la asociación cerca de Puerto Príncipe, según indicó entonces Roi Haití.
La enfermera está casada con el director de Roi Haití, Sandro Dorsainvil, quien creció en Puerto Príncipe.
Cuando se produjo el secuestro, el Departamento de Estado de EE.UU. ya dijo que estaba en “en contacto de manera regular” con las autoridades haitianas para intentar que la enfermera y su hijo pudieran volver a casa lo antes posible.
El secuestro se produjo solo días después de que el Departamento de Estado emitiera una alerta de viaje para pedir a los ciudadanos estadounidenses que “no viajen” a Haití por riesgo de ser secuestrados, así como por la criminalidad y la mala infraestructura del país.
Desde hace dos semanas, el Departamento de Estado mantiene para Haití una alerta de nivel 4, la más alta que existe, y en la que los servicios consulares aconsejan no viajar debido a la “alta probabilidad de que haya riesgos que pongan en peligro la vida”.
Además, Estados Unidos ordenó a finales de julio la salida de Haití de familiares de empleados de su Gobierno y de aquellos trabajadores de la embajada que no cumplan labores de emergencia.
Inmerso desde hace años en una crisis sociopolítica y económica, Haití vio agravarse aún más su situación tras el magnicidio en julio de 2021del entonces presidente Jovenel Moise.
A ello se suma la batalla que libran las bandas armadas en Puerto Príncipe y sus alrededores, que ha causado ya la muerte de centenares de personas y la huida de miles de la zona capitalina.
En el país más pobre de América, cerca del 50 % de la población sufre inseguridad alimentaria y la mitad de sus algo más de 11 millones de habitantes vive en la pobreza.