Washington, 25 jul (EFE).- Los senadores demócratas Álex Padilla y Bob Menéndez presentaron este martes un proyecto de ley que procura facilitar el acceso de los latinos a la atención de salud mental, tomando en cuenta las diferencias entre las distintas comunidades hispanas.
La iniciativa apunta a que el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos provea información sobre prácticas, intervenciones y tratamientos basados en evidencias y que sean cultural y lingüísticamente apropiados.
También requeriría que el HHS incremente la conciencia sobre los síntomas de los problemas de salud mental comunes entre los latinos, que tome en cuenta las diferencias entre subgrupos, y que aborde el impacto de la pandemia de covid-19 en la salud mental y comportamental de los hispanos.
“Debemos eliminar las barreras para la atención de la salud mental porque nadie debería sufrir en silencio. La Ley de Salud Mental para los Latinos reducirá estratégicamente el estigma y alentará a la gente a buscar ayuda”, dijo Padilla, demócrata por California, en un comunicado.
Según la oficina de Padilla, solo el 36,1 % de los latinos mayores de 18 años de edad y con algún problema de salud mental recibieron servicios en 2021, en comparación con un promedio de 47,2 % entre la población en general.
“Las desigualdades en los factores de riesgo para la salud de la conducta en la última década han aumentado y se asemejan al crecimiento general de la población hispana”, escribieron los autores del proyecto de ley.
Menéndez, demócrata por Nueva Jersey, sostuvo que “las comunidades de color, incluyendo a los latinos, a menudo carecen de acceso a cuidados de salud mental culturalmente apropiada, lo que puede afectar negativamente sus resultados de salud”.
La congresista Grace Napolitano, demócrata por California, quien presentó una versión de la iniciativa en la Cámara de Representantes, subrayó que el proyecto de ley promueve el bienestar mental “al tiempo que aborda las diversas necesidades de las poblaciones latinas en todo el país”.
Un estudio encabezado por George Pro, de la Escuela de Salud Pública de Texas, y publicado el año pasado por la revista Psychiatric Services encontró que entre 2014 y 2019 la cantidad de clínicas que ofrecen tratamiento de la salud mental en español en Estados Unidos disminuyó en casi un 18 %.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), más del 49 % de los latinos adultos dieron cuenta de síntomas de depresión durante la pandemia, en comparación con el 25 % de los blancos no hispanos.
Pero, según un informe del HHS solo el 33 % de los hispanos con un trastorno de salud mental obtienen tratamiento, en comparación con el 45 % de los blancos.
Otro estudio dirigido por Antonio Polo, de la Universidad DePaul, con datos recogidos antes y durante la pandemia, identificó “tasas de ansiedad y depresión particularmente altas entre los niños latinos”.
El mes pasado el senador Padilla presentó un proyecto de ley encaminado a mejorar el acceso al cuidado de la salud mental para los hijos e hijas de familias militares.
“Como padre de tres muchachos yo entiendo que los niños de nuestra nación encaran una crisis significativa de salud mental que golpea de forma desproporcionada a nuestros militares y a sus hijos”, dijo entonces el senador.