Miami, 23 jul (EFE).- Agentes antidrogas detuvieron en Carrolton (Texas) a Julio Gonzales Jr., de 18 años, el cual guardaba dentro de un horno microondas miles de pastillas de fentanilo y puede estar relacionado con la muerte de cuatro jóvenes por sobredosis, informaron este domingo medios locales.
El canal Univision dijo que la agencia antidrogas estadounidense (DEA) sospecha que Gonsález Jr. era una de “las principales fuentes” de distribución de fentanilo en el norte de Texas.
Donde septiembre de 2022 han muerto cuatro menores por sobredosis de fentanilo en esa zona, según información de la Fiscalía del Distrito del Norte de Texas, la última una niña de 15 años en junio pasado, un caso por el que ya hay dos detenidos y acusados, Lizbeth Prieto, de 19 años, y Christian López, de 24.
Según Univision, al menos cinco testigos, entre ellos un adolescente de 16 años, señalado de ser un traficante de drogas, identificaron a través de fotografías a Gonzales Jr. como “J-Money”, la “fuente” en el suministro de drogas.
El joven puede ser condenado a 40 años de cárcel si es hallado culpable de “conspiración para distribuir fentanilo”.
La fiscal federal para el Distrito Norte de Texas, Leigha Simonton, dijo que con Gonzales Jr. ha caído “otra ficha del dominó en la serie de sobredosis de fentanilo juvenil en Carrollton”.
“El Departamento de Justicia no se detendrá hasta que toda su infraestructura (de la red) haya sido desmantelada”, subrayó.
En la casa donde estaba la droga se halló también un kilogramo de cocaína dentro de un envase plástico para alimentos, dinero en efectivo y numerosas armas de fuego.
“El futuro de nuestros hijos es demasiado importante como para permitir que esto continúe”, agrega Simonton.
Parte de la comunicación entre “J-Money” y los traficantes callejeros y posibles clientes se realizaba a través de redes sociales, específicamente una cuenta en Instagram, indicaron las autoridades.
El fentanilo es un potente opioide sintético que ha disparado las alarmas en Estados Unidos al haber causado dos terceras partes de las 110.000 muertes por sobredosis de drogas registradas el año pasado en el país, una cifra récord.