Monterrey (México), 23 jul (EFE).- La ciudad de Monterrey, capital del estado de Nuevo y la segunda más grande de México, teme repetir la sequía que vivió hace un año ante la caída del nivel del agua de la presa La Boca, que abastece en parte a la zona metropolitana, de más de 5 millones de habitantes.
Ante el bajo nivel de almacenamiento del citado embalse, el temor entre los habitantes del estado, polo industrial del país, ha recordado la crisis hídrica registrada en 2022, que llevó a cortes programados del suministro y falta del servicio de agua en cientos de vecindarios.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la presa ubicada en el municipio de Santiago está en un 37 % de su capacidad, situación que ha “encendido las alarmas”.
El año pasado, el estado de Nuevo León sufrió la peor sequía en los últimos 30 años, que llevó al gobierno estatal a abastecer diariamente solo seis horas de agua a los hogares, así como el reparto del vital líquido mediante pipas y un desabasto de agua embotellada en todos los comercios.