Washington, 20 jul (EFE).- Estados Unidos ha enviado mensajes a Corea del Norte para que le informe al menos de cómo está el soldado estadounidense que cruzó la frontera de ese país y que presuntamente se encuentra detenido, pero no ha recibido respuesta de Pionyang.
“Lamentablemente, no hemos tenido ninguna comunicación o correspondencia por parte de los norcoreanos” ni de forma directa ni con la intermediación de otros países, expresó en una rueda de prensa la viceportavoz del Pentágono, Sabrina Singh.
La representante del Departamento de Defensa explicó que no puede confirmar el estado de salud del soldado ni tan siquiera si se encuentra con vida.
“No sabemos ni sus condiciones, ni dónde está detenido ni su estado de salud”, dijo Singh, quien aseguró que Estados Unidos ha puesto a trabajar a sus agencias federales al más alto nivel para “tratar de averiguar algo más”.
En otra conferencia de prensa, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, confirmó que Washington ha enviado mensajes a Pionyang aunque no quiso dar detalles de los canales utilizados.
“Les hemos pedido información sobre el estado de salud” del soldado y también que le dejen “volver de forma segura”, dijo a los periodistas.
Miller reconoció en este sentido que el Gobierno estadounidense está “preocupado” por el soldado y su estado físico, “dado el tratamiento” que Corea del Norte ha tenido en el pasado con otros prisioneros.
El portavoz admitió en cualquier caso que las comunicaciones entre los dos países siempre son “limitadas”, a pesar de los intentos de Washington, aseguró, de hablar con Pionyang de cuestiones como el programa nuclear norcoreano o su “violación” de las resoluciones de la ONU.
Insistió en que los mensajes relativos al soldado se han enviado y confió en que hayan sido recibidos, y aseguró que no le consta que el soldado mantuviese algún contacto con Corea del Norte antes de decidir cruzar la frontera.
El soldado raso de segunda clase Travis T. King, de 23 años, cruzó el pasado martes la Línea de Demarcación Militar (MDL) y entró en territorio norcoreano mientras realizaba una visita turística de la Zona de Seguridad Conjunta (JSA) en el corazón de la frontera entre las dos Coreas, que técnicamente siguen en guerra.
Este jueves trascendió que King había pasado 48 días en un taller penitenciario de Corea del Sur debido a que, según los medios, no pagó la multa que se le impuso en febrero por patear y dañar un coche de policía en Seúl.
Como medida disciplinaria, Estados Unidos decidió retornarlo a su país, pero el pasado lunes King huyó del aeropuerto internacional de Incheon, que da servicio a Seúl, donde debía tomar un vuelo a Estados Unidos.
La viceportavoz del Pentágono explicó que cuando King se fue del aeropuerto surcoreano sin abordar su vuelo no se encontraba bajo custodia.