Naciones Unidas, 20 jul (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó este jueves los ataques rusos contra Odesa y otros puertos ucranianos y aseguró que violan los compromisos sellados por Moscú con la propia organización sobre las exportaciones agroalimentarias por el mar Negro.
Guterres, a través de su portavoz, recordó que la destrucción de infraestructuras civiles puede constituir una violación de la ley humanitaria internacional.
Según apuntó, los ataques rusos además “contradicen” compromisos que Moscú asumió en el memorando de entendimiento que firmó con Naciones Unidas para tratar de facilitar sus propias exportaciones de alimentos y fertilizantes, un documento paralelo a la llamada Iniciativa de Grano del mar Negro que el Kremlin suspendió esta semana.
En teoría, ese memorando sigue en vigor y, según recordó la ONU, su texto dice que Rusia “facilitará la exportación sin trabas de alimentos, aceite de girasol y fertilizantes de puertos controlados por Ucrania en el mar Negro”.
La pasada noche, Rusia atacó Odesa, por tercer día consecutivo, y la región de Mikoláyiv con misiles de crucero y drones ‘suicidas’ que mataron al menos a dos civiles en ambas provincias y dejaron 27 heridos.
En el ataque de la madrugada del martes, Rusia destruyó infraestructuras en los puertos de Odesa y Chornomorsk -ambos parte del acuerdo del grano-, destruyendo 60.000 toneladas de cereal que debían haber sido exportadas a China.
“Estos ataques están teniendo un impacto mucho más allá de Ucrania. Ya estamos viendo los efectos negativos en los precios globales del trigo y el maíz, lo que daña a todos, pero sobre todo a las personas vulnerables en el sur global”, señaló el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.
Tras poner fin al acuerdo del mar Negro, Rusia ha dicho que considerará todos los buques que se dirijan hacia puertos ucranianos como posibles transportistas de armamento y, por tanto, potenciales objetivos militares legítimos.
La ONU, por su parte, reiteró hoy que seguirá buscando vías para que los productos alimentarios y fertilizantes tanto ucranianos como rusos puedan llegar a los mercados internacionales con el fin de mantener la estabilidad de los precios y evitar un aumento del hambre.