Chilpancingo (México), 16 jul (EFE).- Reporteros de distintos medios de comunicación se manifestaron este domingo en la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR) de Guerrero, al sur de México, para exigir que atienda el caso del asesinato del director de Lo Real de Guerrero, Nelson Matus y la violencia que acecha a los comunicadores en el país.
Los periodistas también demandaron a las autoridades no criminalizar la labor periodística en géneros como la nota roja, relacionada a hechos policiacos y criminalidad explícita, luego de que este sábado se diera a conocer el homicidio del periodista en el puerto de Acapulco, en el Pacífico mexicano.
Los comunicadores se concentraron poco después del mediodía al exterior de la FGR, en la ciudad capital de Guerrero, Chilpancingo, donde colocaron pancartas en las rejas con la exigencia de justicia a la par de la realización de un mitin.
El reportero de nota roja de la Agencia de Noticias “IRZA”, Ernesto Alonso Franco, indicó que los llamados “notarrojeros” no trabajan para ningún grupo delincuencial y expresó que ese tipo de señalamientos los pone bajo mayor riesgo, pues muchas veces son de manera directa.
Admitió que trabajan con miedo y llamó al gremio a estar unidos ante una situación complicada, pues aseguró que la localidad de Acapulco se quiere convertir en una zona silenciada, como ha ocurrido en Iguala, Taxco, Chilapa y Tixtla, según denunció.
La fotoperiodista del periódico El Sur, Jessica Torres, consideró que cada vez es más inseguro salir a las calles del país, por lo que explicó que la cobertura de nota roja también ha cambiado, ya que ahora la prensa tiene que trasladarse en equipos.
Recordó que apenas la semana pasada, en las movilizaciones de Chilpancingo, que el Gobierno mexicano atribuyó al grupo delictivo conocido como “Los Ardillos”, tenían que andar como espías para poder tomar fotografías y que hay zonas como “Petaquillas” a las que no se puede entrar o al menos no solos.
“No es posible que después de que toda la semana estuvimos con miedo ahora resulta que nos matan a otro compañero que es de nota roja”, reprochó.
El secretario general de la sección 17 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), Abel Miranda, exigió a la FGR asumir su responsabilidad y atraer las agresiones a periodistas, pues aseguró que la impunidad es como una invitación a que se cometan más crímenes, bajo la postura de que pueden asesinar y no pasará nada.
Dijo que como trabajadores de medios de comunicación exigen a los Gobiernos; nacional de Andrés Manuel López Obrador; del estado de Guerrero, de Evelyn Salgado y de la localidad de Acapulco, Abelina López, así como a las fiscalías estatal y federal, que implementen las acciones necesarias para dar con los perpetradores de estos ataques, a fin de que se castigue a los responsables en el estricto marco de la ley.
De acuerdo con el SNRP el asesinato de Nelson Matus se suma a por lo menos tres agresiones a comunicadores en los últimos dos meses en Acapulco: el de Alan Castro, quien es administrador de la página de Facebook Contacto Tv Guerrero; el de José Carlos González Herrera, y el asesinato del periodista Gerardo Torres Rentería.
“En esta entidad además tenemos zonas silenciadas en las que no se puede ejercer la actividad periodística por amenazas del crimen organizado, que es evidente que actúa en estrecha coordinación con autoridades de los tres niveles de Gobierno”, expresó el secretario.
Informó que de acuerdo con la organización Artículo 19 en México desde 2006 que se inició la estadística se han asesinado a más de 160 comunicadores y el 10 % de estos han sido en el estado de Guerrero, en el Pacífico mexicano.
El corresponsal del diario La Jornada, Sergio Ocampo destacó la importancia de la unidad en el gremio, pues afirmó que, en cada ataque, el Estado usa de pretexto a los grupos delincuenciales para eximir sus responsabilidades.
Ocampo dijo que no se escapa nadie de la delincuencia por la que atraviesa el país, pues los ataques han ido desde el periodista nacional hasta el que desarrolla una actividad más humilde.