Washington, 16 jun (EFE).- El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, pedirá durante su viaje a China la liberación de tres ciudadanos estadounidenses que Washington considera detenidos arbitrariamente en el país asiático.
“Plantearé el tema de los detenidos. Tenemos conversaciones en curso con China. Velar por la seguridad y bienestar de los estadounidenses, incluidos los detenidos arbitrariamente, es una prioridad en mi agenda”, explicó en una rueda de prensa.
Blinken respondió así al ser cuestionado sobre si durante su próximo viaje a Pekín pondrá sobre la mesa la liberación de los estadounidenses Kai Li, acusado de espionaje; Mark Swidan, condenado a muerte por tráfico de drogas; y David Lin, arrestado por fraude.
De todos modos, el secretario subrayó que el objetivo principal de la visita es “establecer líneas de comunicación estables” entre ambas potencias, un compromiso que adoptaron el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, el año pasado en la cumbre del G20 en Bali (Indonesia).
Con ello, Washington y Pekín quieren “comunicarse lo más francamente posible y evitar malentendidos” que pudieran derivar en un conflicto, explicó Blinken.
El líder de la diplomacia estadounidense confesó que varios aliados han pedido a Estados Unidos que gestione su rivalidad con China de una forma “responsable” y que busque áreas de cooperación que beneficien a todo el mundo.
“Veremos cómo van las cosas. Creo que es importante. Es un buen paso porque hay mucho trabajo que hacer”, dijo sobre el viaje.
Blinken llegará el próximo domingo a Pekín para reunirse con autoridades de ese país, retomando así una visita prevista para febrero pasado pero que pospuso tras denunciar la presencia de un supuesto globo espía chino en cielo estadounidense.
Es el primer viaje de un secretario de Estado de Estados Unidos a China desde 2018.
La visita ocurre tras varios meses de tensiones por la situación de Taiwán y el acercamiento de China a Rusia ante la guerra de Ucrania.
Esta misma semana, Blinken acusó a China de tener un centro de espionaje en Cuba al menos desde 2019, algo que han negado tanto Pekín como La Habana.