Washington, 21 jul (EFE).- La primera dama estadounidense, Melania Trump, aseguró este jueves que el 6 de enero de 2021, día del asalto al Capitolio, ella se encontraba cumpliendo con sus obligaciones oficiales y no condenó la violencia que se había desencadenado porque no fue informada de los disturbios.
“Si hubiera estado totalmente informada de todos los detalles, por supuesto que habría denunciado inmediatamente la violencia que hubo en el Capitolio”, dijo en una entrevista en la cadena conservadora Fox.
Esa tarde señaló estar ocupada registrando las renovaciones que habían tenido lugar en la residencia presidencial.
“Como todas las primeras damas que me precedieron, era mi obligación registrar el contenido de las salas históricas de la Casa Blanca, lo que incluía tomar fotografías de archivo de todas las renovaciones. Meses antes preparé un equipo cualificado de fotógrafos, archivistas y diseñadores para garantizar una ejecución perfecta”, dijo.
La esposa de Donald Trump precisó que habían quedado en completar el trabajo justo ese 6 de enero.
Según Melania Trump, era una labor que requería” mucho cuidado, atención al detalle y concentración, tanto en la planificación como en la ejecución”.
Su versión contrasta con la ofrecida con su antigua jefa de gabinete, Stephanie Grisham, que el pasado 28 de junio publicó en Twitter una captura de pantalla con una supuesta conversación con la primera dama.
“¿Quieres tuitear que todo estadounidense tiene derecho a manifestarse pacíficamente y que no hay lugar para la violencia y la ilegalidad?”, le preguntaba la exasesora a su contacto, registrado bajo las iniciales MT y que le contestó que no.
Melania Trump consideró que Grisham busca acaparar la atención: “Aunque su comportamiento es decepcionante, no es sorprendente ni un incidente aislado. No es la primera vez que un trabajador (de la Casa Blanca) ha intentado sacar provecho utilizando mi nombre con un relato falso”.
Su entrevista fue difundida el mismo día en que el comité de la Cámara de Representantes que investiga lo sucedido ese 6 de enero prevé demostrar cómo el presidente republicano no hizo nada por parar rápidamente la protesta, impulsada bajo el pretexto de que las presidenciales de noviembre habían sido un fraude.
En concreto, su audiencia se centrará en los 187 minutos que pasaron desde que, en un discurso en el parque del Ellipse, próximo a la residencia presidencial, Trump arengó a la multitud a hacerse oír en el Capitolio, hasta que a las 16.17 de esa tarde colgó un vídeo en Twitter donde dijo por primera vez a sus partidarios que debían abandonar la sede del Congreso.